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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Ojo con la fusión a tres bandas

La Comisión Europea (CE) va refinando poco a poco su análisis de las fusiones empresariales, una tarea en la que ya tiene 18 años de experiencia. Desde 1990, año del primer reglamento de fusiones, Bruselas ha revisado casi 3.800 operaciones, un bagaje al que hay que sumar la jurisprudencia emanada del Tribunal de Justicia de la UE a raíz de los recursos presentados en esa instancia contra las decisiones del organismo comunitario.

La CE ha plasmado, en una comunicación recién publicada en el Boletín Oficial de la Unión Europea, su lectura de esa experiencia en materias como la jurisdicción aplicable en caso de una fusión, el cálculo del volumen de negocio de una empresa o el concepto de adquisición conjunta. Bruselas espera que este texto sirva de orientación a las empresas y a sus abogados ante una decisión tan crucial como es la de proceder a una fusión y, en su caso, superar el examen de las autoridades de competencia. La propia Comisión, que ha tenido gravísimos patinazos en la aplicación del Reglamento de fusiones, hará bien en tomar en cuenta su propio documento. Cabe recordar, al respecto, la injerencia de Bruselas en la frustrada opa de Gas Natural sobre Endesa, una operación que era claramente de competencia nacional pero que la CE intentó arrebatar, sin éxito, a las autoridades españolas.

Pero el texto, que endurece la revisión de las fusiones a tres bandas, debe servir también de aviso para quienes diseñen complejas operaciones de reordenación en sectores altamente concentrados o con problemas de competencia. Bruselas deja claro en su nueva interpretación del Reglamento que sólo aceptará una revisión troceada de esas fusiones si existe un compromiso vinculante y a corto plazo -no más de un año- de llevar a cabo las desinversiones que resuelvan los problemas de competencia. De no ser así, deberá notificarse a la CE todo el perímetro de la operación. Y Bruselas impondrá la dieta de adelgazamiento que considere necesaria. Una normas más claras siempre ayudan a tomar mejor las decisiones empresariales.

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