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Madrid

Aguirre y Camps abren el frente de la financiación autonómica

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, inauguraron ayer la ofensiva del PP contra el Gobierno central ante la próxima negociación del nuevo modelo de financiación autonómica. Según sus cálculos, ambas comunidades han dejado de percibir casi 5.400 millones desde 2002 al no actualizarse el indicador de población.

Mientras el PSOE trata de poner orden en sus filas para abordar sin mayores contratiempos la negociación del nuevo sistema de financiación autonómica y el vicepresidente Pedro Solbes intenta encajar su compromiso con Cataluña de publicar las balanzas fiscales, los gobiernos de Madrid y la comunidad valenciana abrieron fuego ayer para marcar territorio, adelantándose, incluso, a los criterios que pueda defender a nivel nacional la actual dirección del PP. Esperanza Aguirre y Francisco Camps exigieron que la variable de población sea el factor fundamental para cuantificar las necesidades de financiación de cada región.

Si este criterio se hubiera tenido en cuenta, convinieron ambos, Madrid hubiera recibido entre 2002 y 2007, 2.901 millones más y la comunidad valenciana, 2.476. En los últimos cinco años, la primera ha visto crecer su población en 936.363 habitantes y la segunda en 818.555, circunstancia que habría incidido de forma directa en el deterioro de los servicios sanitarios y educativos, sobre todo, que ambos gobiernos autonómicos prestan a sus ciudadanos. Aguirre y Camps sumaron a este problema los 'desequilibrios verticales' originados por la inmigración en las relaciones financieras de estas comunidades con el Gobierno central, ya que, según su interpretación, los gastos extra generados son soportados en su práctica totalidad por ambos territorios sin obtener contrapartidas en el capítulo de ingresos recaudados desde el Estado.

Cesión de más IRPF e IVA

Los dos presidentes autonómicos hicieron ver que a estos problemas se suma la circunstancia de que las comunidades que gobiernan tienen una financiación per cápita sensiblemente inferior a la media, aunque tienen que prestar los mismos servicios públicos que el resto. Desde este prisma, Aguirre y Camps exigen al Ejecutivo que preside José Luis Rodríguez Zapatero que las comunidades reciban los recursos necesarios para financiar sus servicios a través de impuestos recaudados en sus territorios, mediante el aumento de los porcentajes de cesión del Impuesto sobre la Renta y el IVA.

La ofensiva de Madrid y la comunidad valenciana que descansa en el nuevo modelo de financiación autonómica preocupa al Gobierno central y a la dirección del PSOE, pues surge en un momento en el que, debido a la crisis de liderazgo que sufre el PP, no existe un interlocutor de peso que garantice una negociación razonable. A esta circunstancia se suma la presión procedente de la Generalitat catalana, donde se quiere hacer valer la previsión estatutaria que fija el 9 de agosto para el arranque del nuevo modelo de financiación. El diálogo entre Zapatero y José Montilla ha conseguido dilatar el horizonte de este diálogo hasta el otoño.

La Secretaria de Economía y Empleo del PSOE y diputada por Valencia, Inmaculada Rodríguez-Piñero, aseguró ayer que 'el PSOE quiere aumentar los recursos para los valencianos en el nuevo modelo de financiación autonómica', aunque añadió que esta reivindicación 'no debe hacernos olvidar la gestión tan nefasta de las cuentas públicas que ha realizado el Gobierno de Camps'.

La frase

La inactividad del Gobierno central en la puesta en marcha del nuevo modelo de financiación ha perjudicado a las comunidades autónomas que más hemos crecido en los últimos años'

La presidenta madrileña no competirá con Rajoy

No hay agua en la piscina, al menos no la suficiente como para evitar un gran coscorrón. Esto es lo que ha debido percibir la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, cuando ayer confirmó que descarta presentar una candidatura alternativa a la de Mariano Rajoy en el congreso del PP previsto para junio. Después de amagar con esta posibilidad y jugar desde hace cuatro semanas con una ambigüedad calculada, hurta a los espectadores del doble salto mortal.Ayer comenzaron a elegirse los 3.025 compromisarios que acudirán a este cónclave en representación de las organizaciones provinciales y autonómicas del partido. Las comunidades que más delegados aportan son las de Andalucía, Galicia, Valencia y Castilla y León, por este orden. Sus máximos representantes han hecho oír en los últimos días sus voces para alinearse sin tapujos con Mariano Rajoy, algo que ponía muy difícil a Aguirre conseguir las 600 firmas que hacen falta como aval a una candidatura alternativa. La presidencia madrileña no sólo descartó ayer presentar esta candidatura, sino que afirmó que nunca ha estado en sus intenciones esta posibilidad. Ningún antiguo peso pesado del partido, con la única excepción de Francisco Álvarez Cascos, ha salido en su defensa.Ante este panorama, Aguirre reculó ayer y justificó la emoción de las últimas semanas con el pretexto de haber querido introducir en el PP una reflexión serena sobre las causas de la derrota electoral del 9 de marzo. En todo caso, la presidenta madrileña se da por satisfecha al haber conseguido marcar territorio y convertirse en uno de los referentes para su partido en caso de que el liderazgo de Rajoy se vaya consumiendo y las cosas le vengan mal dadas. Ayer, le emplazó, incluso, a que 'aclare' unas declaraciones del sábado en las que pareció invitar a Aguirre a abandonar el PP. Rajoy matizó ayer que ésta última 'es un gran activo para el partido' y no la ve fuera del mismo.El presidente valenciano, Francisco Camps, evitó ayer con habilidad desairar a su anfitriona, pero cerró filas con Mariano Rajoy.

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