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CincoSentidos

Precios razonables en la primera subasta a la baja de pisos

Los tentáculos de la crisis inmobiliaria no cesan de fagocitar pasivos. Sus últimas víctimas, grupo Lábaro y la promotora valenciana Temple que ayer mismo anunciaba concurso de acreedores. Ante este escenario, el ingenio resulta un arma de postín. Lo demuestran los resultados de la primera subasta inmobiliaria a la inversa celebrada en España por la compañía inmobiliaria Tulipp los pasados 29 y 30 de marzo.

Vender barato sale... provechoso. Los adjudicatarios de los 22 inmuebles subastados en este remate a la holandesa pagaron un 26,6% menos de su precio de salida. Algunas viviendas alcanzaron incluso un 30% de descuento, explica Jorge Zanoletty, director general de Tulipp. El inmueble más económico fue un piso situado en la madrileña zona de Atocha (96.000 euros). Y el que más costó, un apartamento en el marbellí Puerto De la Duquesa (396.000 euros).

Esas cifras demuestran, a juicio de Tulipp, el esfuerzo de los promotores por adecuar su oferta de precios a la demanda existente en el mercado. Los inmuebles subastados oscilaron entre los 120.000 euros y los 1.300.000 euros. En conjunto, los 22 pisos salieron a un precio global de 5.699.200, que cayó hasta los 4.185.350 euros al adjudicarse. 'Puntos de partida muy atractivos para las próximas subastas', subraya Zanoletty. La compañía defiende que su modelo devuelve la confianza en el sector, al fomentar el diálogo entre las partes.

La subasta a la baja u holandesa sigue el proceso inverso a una tradicional. Los inmuebles salen a la venta a un precio que baja hasta encontrar comprador. El primero que puje se convierte en adjudicatario a bajo costo.

Tulipp convoca nuevas citas los próximos meses de mayo (Madrid), junio (Málaga), julio (Londres) y septiembre (Barcelona).

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