Bono, elegido presidente del Congreso en segunda vuelta
El socialista José Bono fue elegido presidente del Congreso de la IX legislatura en segunda vuelta tras recibir 170 votos, 18 más que su contrincante, Ana Pastor, candidata del PP, quien recibió 152 apoyos, todos ellos de su grupo parlamentario.
Tras no salir presidente del Congreso en primera vuelta, los diputados de la IX Legislatura han elegido en segunda vuelta y por mayoría simple a José Bono presidente del Parlamento. Bono ha obtenido 170 de los 350 votos de los diputados frente a los 152 logrados por la candidata popular Ana Pastor. Los votos en blanco han sido 26. En la primera vuelta, Bono obtuvo 168 votos, si bien hay 169 diputados socialistas, mientras que la candidata popular Ana Pastor logró el mismo número de sufragios.
Ha sido la primera vez que el presidente del Congreso ha tenido que ser elegido en segunda vuelta, a pesar de ser una opción que siempre ha recogido la ley. La dirección del PSOE ha preferido no forzar la negociación una vez constatada la nula proclividad de los grupos de oposición a dar su voto a Bono.
Tras las elecciones de presidente, los diputados han elegido vicepresidentes. La socialista Teresa Cunillera, los populares Ana Pastor y Jorge Fernández y Jordi Jané, de CiU, son los cuatro nuevos vicepresidentes de la Cámara Baja. El PNV ha logrado representación en la Mesa del Congreso con José Ramón Beloki, que ha sido elegido secretario segundo, mientras que el diputado socialista Javier Barrero, será el secretario primero. Los otros dos secretarios serán los populares Ignacio Gil Lázaro y Celia Villalobos.
Participación de las minorías en la Mesa
El diputado del PP por Sevilla Juan Manuel Albendea Pabón, ha presidido la sesión constitutiva del Congreso por ser el congresista de mayor edad, con 70 años. Ayer fue elegida la Mesa de la Cámara que ha permitido hoy la constitución del Pleno del Congreso. La cesión de dos de los cinco puestos del PSOE a favor de CiU y PNV fue la sorpresa del día, con el argumento de garantizar la presencia de los grupos minoritarios. La cúpula socialista lo ha hecho sin pedir a cambio el apoyo en la elección de hoy, para no empezar la legislatura con esforzadas negociaciones que facilitarían a los nacionalistas un despliegue de peticiones y darían la imagen de un PSOE a su merced.
En este sentido, es más que probable que Rodríguez Zapatero también tenga que someterse a una segunda votación la próxima semana para resultar investido presidente del Gobierno. Esto será así, si cuando Blanco, el portavoz parlamentario, José Antonio Alonso, y el secretario general, Ramón Jáuregui, empiecen esta semana las conversaciones para la investidura, todos los grupos ponen sobre la mesa sus respectivos programas y exigen su cumplimiento a cambio de apoyar a Zapatero. La respuesta será que no y que voten lo que quieran. El candidato socialista saldría entonces elegido 48 horas después de haberse producido la primera votación prevista para el 8 de abril. Con mayoría simple, sería presidente.