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Columna
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Querida España ...

José Carlos Díez

Cuando leas esta carta ya conocerás el resultado electoral. Deseo que el nuevo Gobierno sea fuerte, con apoyo parlamentario estable y respetado. Aunque la crispación de la última legislatura no ha frenado tu dinamismo, como decía el clásico: 'No hay ninguna comida gratis'.

Siempre suelo hacer referencia al largo plazo en mis cartas, pero la actualidad apremia y 'a largo plazo todos muertos'. La crisis financiera no mejora y España está siendo muy penalizada por los inversores internacionales. Que hayas pasado a formar parte del euro protege a tus empresas no relacionadas con el boom residencial, como es el caso de Telefónica, Repsol y las empresas eléctricas. Pero todo lo relacionado con la vivienda, especialmente el sistema bancario, ha visto cómo se cerraba su acceso a la financiación exterior y el escaso crédito que consiguen se realiza a tipos desorbitados.

Ahora no sirve de nada lamentarse, pero ya te advertí que tantos años frivolizando con la existencia de una burbuja inmobiliaria te iban a pasar factura. Tu sociedad no ha sido consciente y no ha podido transmitir a la comunidad internacional que la vivienda sólo era el efecto del éxito de la economía y no la causa. La causa era el capacidad de tus empresas para liderar internacionalmente infinidad de sectores: banca, telecomunicaciones, energías renovables, turismo, moda, concesiones de autopistas, aeroportuarias, construcción e ingeniería de infraestructuras, etcétera.

Los inversores no entienden de ideologías y de naciones. Sólo quieren maximizar su rentabilidad, minimizando el riesgo

Te recomiendo paciencia y, sobre todo, que no cometas los errores de economías emergentes, que vieron la desconfianza de los inversores como una conspiración contra la nación. Tú has entrado, por méritos propios, en el selecto club de las economías más desarrolladas y, además de serlo, hay que parecerlo.

Los inversores no entienden de ideologías y de naciones. Sólo quieren maximizar su rentabilidad, minimizando el riesgo. Su incertidumbre es máxima y hay que combatir sus recelos con información, transparencia, realismo y explicando las acciones tomadas para proteger sus inversiones. No hace falta buscar ejemplos lejanos, el Banco Santander y el BBVA han sido un referente de cómo se debe afrontar una crisis financiera.

Recomienda a tus entidades que refuercen sus gabinetes de comunicación, que se dejen asesorar por consultores externos y que expliquen a los inversores sus riesgos y su estrategia. Decir que no te has visto contaminado por el virus subprime es una baza a vuestro favor. Pero transmitir la sensación de que no tienes problemas, con los mercados de capitales colapsados, os perjudica. Que muestren con confianza su cartera de préstamos hipotecarios, que son los que sustentan la mayor parte del stock de deuda emitido. Que expliquen que la morosidad es mínima y los riesgos se concentran en los préstamos concedidos los dos últimos años, a hogares de baja renta y susceptibles de entrar en desempleo. Pero que cuenten que, según el Banco de España, eso supone aproximadamente el 10% de los hogares españoles, mientras el 70% de los hogares ya no tiene deuda hipotecaria de primera residencia y están libres del pecado original de la burbuja del país de nunca jamás.

Pero tienen que explicar su excesiva exposición al préstamo promotor. El préstamo vivo supera los 300.000 millones de euros y supone casi el 20% del total del activo bancario. Si sumamos su participación directa en empresas promotoras, la exposición es algo mayor. Los diferenciales de nuestra deuda bancaria ya descuentan el peor de los escenarios, por lo tanto, un ejercicio de transparencia y el anuncio de las medidas tomadas para solucionar el problema permitiría reducir la desconfianza, que los diferenciales se cierren y que el crédito vuelva a fluir gradualmente.

El nuevo Gobierno se tendrá que poner el mono de trabajo el primer día. Las devoluciones de impuestos ayudan, pero es más urgente incrementar el gasto público para compensar la menor actividad privada. Te recomiendo que seas rigurosa en el gasto y priorices las infraestructuras. Te ayudará a cerrar la brecha que aún mantienes con el resto de socios del club.

En este sentido, veo con preocupación que la licitación pública finalizó 2007 con descensos próximos al 40% anual. Tus ayuntamientos y comunidades autónomas se han acostumbrado a presupuestar ingresos de licencias de obras, transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados que han caído con fuerza en 2007.

La Administración central debe articular créditos rápidos, condicionados a ejecución de obra, y avanzar durante la legislatura en la corresponsabilidad fiscal. Me despido sin otro particular. Te he visto resolver con éxito encrucijadas mucho más complejas en las últimas décadas y no tengo ninguna duda de que también resolverás ésta.

Una economía amiga de la eurozona.

José C. Díez Economista jefe de Intermoney

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