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La opinión del experto
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El talento de Javier Bardem

Juan Carlos Cubeiro considera que la empleabilidad del actor español ha ganado enteros tras haber recibido el Oscar y reivindica la aportación de su profesor de interpretación en la consecución del mismo

¿Tiene más talento Javier Bardem que hace una semana? La respuesta, por extraña que parezca, es sí. ¿Pero cómo es posible, si como actor cuenta con las mismas cualidades? Pues el talento de Javier Bardem se ha elevado porque talento es poner en valor lo que uno sabe, quiere y puede hacer (en este caso, interpretar un papel). Con la nominación y con el âscar al mejor actor en un papel secundario, la empleabilidad (el valor en el marcado laboral, en el del séptimo arte) de nuestro compatriota ha ganado enteros, y como consecuencia su talento también.

¿En qué consiste el talento artístico de Javier Bardem o, como lo han denominado algunos medios, su talento actoral? El talento siempre cumple la ecuación: capacidad ligada al compromiso en el contexto adecuado. No cabe la menor duda de que Javier Ángel Encinas Bardem posee una inmensa capacidad de actuar. Empezó a los 11 años con un pequeño papel en El poderoso influjo de la luna, cinta que protagonizaba su madre. Pero fue con 21 cuando empezó a rodar intensamente: Las edades de Lulú, Días contados (Premio en San Sebastián), æpermil;xtasis y El amor perjudica la salud, en 1990; Tacones lejanos y Amo tu cama rica, en 1991; Jamón, jamón y Huidos, en 1992; Huevos de oro y El amante bilingüe, en 1993; El detective y la muerte, en 1994 y Boca a boca, un año después; Carne trémula y Perdita Durango, en 1997; Entre las piernas, en 1998 y Segunda piel y Los lobos de Washington, en 1999; Antes que anochezca (su primera nominación al âscar), en el 2000. En los últimos ocho años, Pasos de baile y Los lunes al sol (2002), Mar adentro (Goya) y Colateral (2004), Los fantasmas de Goya (2006), El Amor en los tiempos del cólera y No es país para viejos (2008). Treinta y cinco películas en 18 años. Cuatro Goyas de siete nominaciones, seis premios Fotogramas, dos Copas Volpi del Festival de Venecia, una nominación en Cannes. Ha hecho de chapero, de parado, de tetrapléjico, de yonqui, de poeta anticastrista y de psicópata. Es meticuloso en el análisis de cada personaje y lo hace suyo desde una versatilidad casi única.

Pero es que además, Bardem es compromiso, es pura energía (fue jugador de rugby y jugó en la selección española). 'Lo que más te choca de un tipo así, con tantísima clase, es la cantidad de energía que pone en todo lo que hace. Tiene un gran orgullo personal y una enorme confianza. No conoce la palabra fracaso. Ha superado con mucho todas las expectativas que tenía puestas en él'. Estas palabras podría haberlas pronunciado Bigas Luna, Julian Schnabel o los hermanos Coen, directores de cine a los que Bardem ha agradecido la estatuilla. Sin embargo, son de Phil Jackson (entrenador en su día de los Chicago Bulls y ahora de Los Ángeles Lakers con Pau Gasol) sobre Michael Jordan, probablemente el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos. Energía, sano orgullo, confianza, aprendizaje, superación de expectativas. Involucración absoluta. Compromiso con uno mismo, con una actividad (la de cómico, que ha reivindicado) y con una trayectoria.

¿Podría haberlo logrado solo? Muy difícilmente. Nuestro compatriota se acordó de su 'coach'

Y el contexto. Cada papel que le han otorgado lo ha estrujado al máximo. Directores que han confiado en él, desde Bigas Luna (en cuatro ocasiones), Manuel Gómez Pereira (dos veces), Emilio Martínez Lázaro, Álex de la Iglesia, Fernando León de Aranoa, Gerardo Vera, Mariano Barroso, Pedro Almodóvar (dos veces) o Alejandro Amenábar (no es casualidad que Bardem haya trabajado con la triple A del cine español: Almodóvar, Amenábar y Aranoa). Cuando el cine internacional le ha dado la oportunidad, con John Malkovich, Michael Mann, Milos Forman, Julian Schneibel o Mike Newell, o desde el cine independiente de los Coen en este papel duro y arriesgado, ha sido capaz de aprovecharla. Cada proyecto, un reto maravilloso al que estar muy agradecido. Por una interpretación soberbia de un asesino sin emociones, el mejor malo desde Hannibal Lecter, ha recibido más de 15 premios. Incluso ha tenido tiempo para producir Invisibles, un testimonio audiovisual sobre la labor de Médicos sin fronteras en distintos países necesitados, que ha recibido el âscar al mejor documental.

Javier Bardem, una fuerza de la naturaleza canalizada magistralmente hacia la interpretación. ¿Podría haberlo logrado solo? Muy difícilmente. En la rueda de prensa posterior a la ceremonia de los 80 premios de la Academia de Hollywood, nuestro compatriota se acordó de agradecérselo a su coach, su profesor de interpretación, Juan Carlos Corazza. Este especialista argentino, con estudio en Madrid desde hace 20 años, ha preparado a talentos como Elena Anaya, Belén Rueda, Ángela Molina, Lola Dueñas, Pilar López de Ayala, Gabino Diego o Ernesto Alterio. Corazza considera que 'un actor que crea con libertad, criterio y amor, es capaz de expresar la luz y la sombra del personaje que encarna, la verdad y la historia del misterio que comunica al público'.

La presidenta de la Academia de Cine, Ángeles González Sinde, ha declarado que el âscar reconoce 'el talento, la inteligencia y la firme voluntad de Bardem, un artista generoso fuera y dentro de las pantallas y estrechamente vinculado y comprometido con su entorno y con su filmografía'. Y ahora le espera Vicky Cristina Barcelona, de Woody Allen. Con tanto talento, tenemos Bardem para rato.

Juan Carlos Cubeiro Director de Eurotalent

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