Malestar en EE UU tras adjudicar a EADS un pedido de aviones cisterna
'Estamos indignados por esta decisión que implica que la compañía europea Airbus y sus trabajadores extranjeros proveerán de aviones cisternas a nuestros militares'. Con este comunicado contestaron varios congresistas del estado de Washington a la decisión de la decisión de la Fuerza Aérea estadounidense (USAF) de conceder el contrato para la renovación de la flota de aviones cisterna, o tanqueros, a EADS y Northrop Grumman.
Esta decisión, que llegó el pasado viernes, se ha celebrado en París, Madrid y Berlín, pero ha tenido una acogida fría en buena parte de EE UU por abrir la puerta grande del sector de la defensa a una europea y desestimar al favorito: Boeing. Los estados de Washington y Kansas, donde esta compañía tiene sus grandes centros de montaje, habrían sido los más beneficiados si Boeing se hubiera llevado el contrato para montar 179 aviones cisterna. Con un valor estimado de 40.000 millones de dólares. Se trata del segundo mayor contrato de la Fuerza Aérea
Todd Tiahrt, un republicano del estado de Kansas pidió al Pentágono deshacer su decisión. 'Debemos tener un avión americano construido por una compañía americana con trabajadores americanos. No puedo creer que vayamos a crear trabajos en Francia en vez de en Kansas'.
La decisión es un revés para Boeing porque pese a la polémica historia de este contrato, que fue modificado y en la que se descubrieron conexiones ilegales de la empresa y el departamento de Defensa, se esperaba que esta compañía lo ganara. Tanta era la confianza que muchos analistas ya habían contado con este contrato para hacer sus estimaciones'.
Los que están más que felices son los legisladores de Alabama ya que EADS montará los aviones en Mobile y ha prometido 1.300 empleos. Jeff Sessions, legislador en Washington por este estado se pasó todo el viernes celebrando la noticia y asegurando que más del 60% del avión se haría con mano de obra americana y componentes americanos. Sessions dijo además que el cisterna no es un elemento clave de la defensa de EE UU como para extender el secretismo de su tecnología a Airbus. Boeing no ha dicho aún si apelará esta decisión.