La confianza de Visa
Si una compañía quiere salir hoy a Bolsa, no le será difícil obtener el consenso de sus asesores sobre que no parece el momento adecuado. La demanda de OPV se ha congelado los últimos meses a causa de la crisis financiera y los temores de recesión en EE UU. Por eso, la gigantesca OPV que anunció ayer Visa, la mayor de la historia en EE UU, con la que la compañía piensa recaudar casi 18.800 millones de dólares (12.650 millones de euros) es una señal de confianza en el mercado. La líder mundial, que excluye su división europea de la operación, quiere aprovechar el efecto Mastercard, que quintuplicó su valor desde que hace dos años salió a Bolsa. Y hará bien. Pero no hay que olvidar que muchos de sus propietarios, bancos y compañías financieras, están afectados por la crisis de liquidez y que, además, Visa dedicará buena parte de los fondos a solventar litigios. Es deseable que la fabulosa operación sea más que un gigantesco flotador.