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Indicadores

Aumentan las señales de desaceleración

Los índices utilizados por el Gobierno y los analistas para predecir la evolución económica anticipan una desaceleración más agudizada durante el presente semestre. Sólo la inversión en bienes de equipo mantiene el tipo en medio de una tendencia bajista generalizada.

A la desaceleración de la economía española le queda recorrido. Casi todos los indicadores que utiliza el Ministerio de Economía para predecir la actividad a corto plazo presentan gráficas descendentes y agudizadas. Es el caso, entre otros, de los indicadores sintéticos, que agrupan variables para observar tendencias sectoriales. Según ellos, consumo, servicios y construcción irán a peor durante este semestre. Sólo el indicador de bienes de equipo aguanta aún el tirón (en el último trimestre, la inversión en maquinaria todavía creció un 8,6%).

La Comisión Europea redujo la semana pasada su previsión de crecimiento para España en tres décimas, hasta el 2,7%, por el parón inmobiliario y la ralentización del consumo, si bien el recorte fue mayor para países como Alemania, Francia o el Reino Unido. El vicepresidente del Gobierno Pedro Solbes, descarta secundar la decisión de Bruselas, aunque el jueves admitió que el avance de la economía española 'puede ser menor' al 3,1% que previó en diciembre el Ejecutivo español para el año.

Los mensajes gubernamentales, que el propio Solbes destacó en su debate electoral con el candidato del PP Manuel Pizarro, son claros: habrá ralentización, probablemente no será tan aguda como esperan los principales centros de análisis, será mucho más acusada entre los socios europeos y, en cualquier caso, España está 'más preparada que nunca' para hacer frente a las incertidumbres. El superávit fiscal del 2,23% del PIB de 2007 es el argumento más reciente en este sentido.

La mayoría de los indicadores de actividad tocaron techo a finales de 2006, pero las caídas más bruscas empezaron a materializarse a partir del verano del año pasado, una vez que estalló la crisis de las hipotecas basura en Estados Unidos. La confianza, a partir de entonces, quedó tocada.

Los últimos indicadores son sintomáticos. El Índice de Sentimiento Económico se situó en enero en 90,6 puntos, tras bajar siete puntos en medio año. El desgaste del Indicador de Confianza de la Industria se agranda mes a mes, y en enero caía un 4% interanual. Este dato cuestiona las esperanzas depositadas en la industria como posible relevo de la construcción en el ámbito del empleo.

Y es que, si hay un sector que todos dan perdido para la causa del crecimiento, al menos por unos cuantos trimestres, es el de la construcción. Así, el Consumo Aparente de Cemento cayó un 9,4% interanual en diciembre y un 7,9% en enero.

Otro indicador fundamental, la venta de vehículos, agudizó en enero su caída: muchos compradores adelantaron las operaciones a diciembre para sortear la nueva tributación.

El crédito al consumo disminuye

La revisión de las últimas cifras sobre la situación financiera de los hogares, elaboradas por el Banco de España, lleva a una conclusión muy llamativa: el saldo de préstamos de entidades de crédito para el consumo se redujo en diciembre. La desaceleración del crédito ajeno a la vivienda, que venía experimentándose desde finales de 2007, ha llevado el ritmo de avance interanual desde el 21% hasta poco más del 12%. Más inclinada es la pendiente de los préstamos para vivienda que, al compás de la crisis de la construcción, ha pasado del 24% al 13%.Se trata de una ralentización fuerte, sí, pero que, hasta ahora, no había llevado a crecimientos negativos. En tasa intermensual, diciembre supuso un retroceso absoluto de 2.640 millones de euros. En términos relativos, el recorte apenas llego al 1,1%Según las cifras del INE, el consumo privado presentó en el último trimestre su menor avance en cuatro años: un 2,7%. El menor recurso al crédito avanza ralentizaciones adicionales. En la misma línea, el Indicador de Confianza del Consumidor cayó en enero un 20% interanual.Por otra parte, los primeros datos de recaudación tributaria, correspondientes a enero, reflejan también una caída en el impuesto sobre el valor añadido del 16,2%. Aunque las cifras de recaudación son extremadamente volátiles, ese dato puede estar asociado al parón en la venta de vivienda nueva. En cualquier caso, las recaudaciones por IRPF y el impuesto sobre sociedades crecen a ritmos saludables del 9,6% y el 23,5%, respectivamente.

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