Las empresas pueden denunciar ya un cártel y evitar la sanción
El Consejo de Ministros aprueba el decreto que impulsa el sistema de clemencia, que exime del pago de una multa al primero en delatar un cártel
Los chivatos nunca han tenido mucha fama en España. Pero a partir de ahora van a ser los protagonistas. En sus manos va a recaer la posibilidad de desmontar algunas de las prácticas más dañinas para la competencia, como los acuerdos para fijas precios, cuotas de producción o de venta, reparto de mercados, pujas fraudulentas o restricción de importaciones o exportaciones.
La aprobación el viernes por parte del Consejo de Ministros del reglamento de la Ley de Defensa de la Competencia que, entre otras cuestiones desarrolla el sistema de delación para luchar contra los cárteles supone la entrada en vigor en España de este sistema, que ya funciona en más de 30 países y que ha demostrado con creces su utilidad en el ámbito de la Comisión Europea.
El punto estrella del reglamento es el programa de clemencia, que permite a las empresas o personas físicas participantes en un cártel solicitar una exención del pago de la multa cuando aporten elementos de prueba que, a juicio de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC), le permitan ordenar el desarrollo de una inspección en relación con dicho cártel o comprobar una infracción de la Ley de Defensa de la Competencia. O bien, una reducción del importe de la multa, cuando faciliten elementos de prueba que aporten un valor añadido significativo con respecto a aquéllos de los que ya dispong a el organismo de competencia.
Librarse de una sanción del 10% de la cifra de negocio puede ser un aliciente para la denuncia
La UCC, será la unidad encargada dentro de la Comisión de la Competencia de escuchar a los arrepentidos. De escuchar y sobre todo, de tramitar sus solicitudes de clemencia. Y el orden es importante puesto que ser el primero en delatar un cártel tiene premio.
Liberarse de una multa que puede alcanzar el 10% del volumen de negocio total del ejercicio anterior al de la imposición de la multa es un buen acicate para buscar la absolución de la CNC, aunque eso suponga tener que delatar a los compañeros de cártel.
Periodo de análisis
Y a pesar de que los expertos españoles en Derecho de la Competencia coinciden en considerar que el nuevo sistema de delación va a ser una pieza fundamental a la hora de desmontar los cárteles, también opinan que será raro que el mismo lunes (el Real Decreto entra en vigor al día siguiente de su publicación en el BOE) o cuando entre en vigor, pueda verse una larga fila de abogados tratando de ser los primeros en poner su denuncia y colaborar con la CNC para tratar de eludir la multa.
'Es posible que a partir de ahora se abra un período de espera y vigilancia mutua entre las empresas', opina el abogado de competencia del bufete Uría Menéndez, Antonio Guerra. Sin embargo, este experto cree que en el momento en que algunas de ellas se anime a solicitar los beneficios de la clemencia, 'el éxito está asegurado, como ya ha pasado en otras jurisdicciones en las que ya está en funcionamiento'.
Guerra opina además que es posible que las primeras empresas que decidan acogerse al programa sean filiales de empresas multinacionales estadounidenses o inglesas 'que están más habituadas a este sistema' y que, paulatinamente, se irán incorporando a este método las empresas españolas 'al observar los beneficios que se obtienen de los mismos'.
Es una opinión que comparte el socio de Howrey Martínez Lage, Rafael Allendesalazar. 'Creo que el sistema va a funcionar, en especial en los sectores en los que haya multinacionales, que son los que ya están acostumbrados a los sistemas de clemencia'.
Por su parte Julio Pascual, ex vocal del predecesor de la CNC, el Tribunal de Defensa de la Competencia y director del departamento de competencia del bufete Ashurst, reconoce que es pronto para aventurar si van a producirse muchas delaciones 'porque el sistema es nuevo en España y puede haber dudas. No creo que vayan a producirse colas masivas. Va a ser el momento de tantear y analizar las posibilidades'. Este experto opina que aunque no le entusiasma el premiar a los delatores 'el sistema es práctico porque los acuerdos entre competidores rara vez dejan huella. No suelen escribirse en un papel', explica.
Y el abogado de Uría Menéndez añade que para que el sistema de clemencia tenga éxito en España 'es importante que el procedimiento a seguir esté claramente detallado y sea previsible, que se otorgue a las empresas suficiente seguridad jurídica y se garantice la confidencialidad de la información aportada'.
A la búsqueda de indemnizaciones millonarias
El castigo de la Comisión Europea a las empresas que participan en carteles ha alcanzado un umbral de dolor que empieza a provocar protestas entre la industria europea. La culpable es Neelie Kroes, que como comisaria europea de Competencia desde 2004 ha impuesto siete de las 10 mayores multas en los 40 años de historia de la CE. El endurecimiento no ha pasado desapercibido y Bruselas empieza a soportar la presión de abogados, economistas y empresarios para que atempere su rigor. Entre los argumentos invocados figura desde la dudosa legitimidad de un órgano político como la CE para imponer multas tan elevadas hasta el daño que pueden causar a la competitividad de las empresas. Kroes, de momento, no se ha mostrado receptiva a esos argumentos. Pero ya está buscando otra vía de castigo, consciente, probablemente, que la sancionadora empieza a tocar techo. La comisaria quiere impulsar las reclamaciones de daños y perjuicios contra las empresas involucradas en carteles. Entre los damnificados figurarían desde los clientes de las empresas hasta los contribuyentes cuando el cartel ha estafado a una administración pública. Y la semilla de Kroes empieza a fructificar. Ya ha surgido incluso una organización internacional, Stop Cartel, que ofrece asesoramiento las 'víctimas de carteles y monopolios'.'Los infractores se están marchando con los bolsillos demasiado llenos y deben a las víctimas miles de millones de euros', alentaba Kroes la semana pasada en París. Y advirtió que durante este año 'la Comisión buscará el modo de acabar con esta injusticia'. Si lo consigue y los litigios se generalizan como en EE UU, incluso las multas actuales parecerán benignas. El único consuelo sería que a este lado del Atlántico todavía no van a prisión los responsables de un cartel.
Dos ejemplos de la lucha contra el cártel
Cremalleras. El temor a la multa provocó la delaciónDesde 1991 a 2001 diversas empresas fabricantes de cremalleras (Grupo Prym, YKK, Grupo Scovill, A. Raymond y Berning&Söhne) se pusieron de acuerdo, en el marco de las reuniones de trabajo organizadas por su asociación sectorial, para coordinar las subidas anuales de precios que cada una ellas aplicaba a sus clientes a nivel mundial. La CE decidió llevar a cabo una investigación sorpresa en las sedes de estas compañías ante la sospecha de que estaba llevándose a cabo esta práctica. Sin embargo, no encontró suficientes evidencias pero dicha investigación sorpresa sirvió para que Grupo Prym, ante el miedo de recibir una multa muy fuerte, acudiera a la Comisión Europea y les facilitara toda la información y las pruebas que demostraban la existencia de estos acuerdos, en los que ella misma estaba participando, sobre precios, acogiéndose al programa de leniency de la Comisión. Esta información le permitió a la Comisión Europea probar dichos acuerdos y sancionar al resto de empresas con multas que, en algunos casos, superaron los 100 millones de euros mientras que Grupo Prym no recibió sanción alguna por haber colaborado y aportado las pruebas correspondientes.Cervezas. Una investigación sorpresaCuatro fabricantes de cerveza (InBev, Heineken, Grolsch y Bavaria) se pusieron de acuerdo en los precios en los que vendían su cerveza en el mercado holandés. El acuerdo duró desde 1996 a 1999. La CE había llevado a cabo una investigación sorpresa en la sede de diversas cerveceras en Bélgica y durante su investigación logró suficientes pruebas para demostrar la práctica ilícita, pero decidió que sería la autoridad belga de competencia la que llevaría el caso. Sin embargo, la investigación provocó que InBev acudiera a la CE. Aportó pruebas relacionadas con las reuniones que habían mantenido las cuatro cerveceras para la fijación de los mismos precios, qué directivos habían participado en esas reuniones, los códigos secretos y las abreviaturas que habían utilizado para no ser sorprendidos por las autoridades de competencia así como los documentos que se intercambiaban entre ellas con los datos de precios para cada uno de los canales de comercialización. La Comisión Europea sancionó a Heineken con una multa de 219 millones de euros, a Grolsch, con 31,6 millones de euros, y a Bavaria, con 22,8 millones de euros mientras que eximió de toda sanción a InBev.
Grúas a examen
Es la última de las actuaciones emprendidas por la Comisión Nacional de la Competencia (CNC). El viernes anunció que la Dirección de Investigación del organismo ha llevado a cabo inspecciones en 'dos de las principales empresas del sector de las grúas móviles' en la asociación a la que pertenecen ambas. La CNC asegura que existe la sospecha de que estas compañías estén realizando acuerdos de precios. Las inspecciones suponen un paso preliminar en el proceso de investigación, pero no prejuzgan la culpabilidad de las empresas inspeccionadas.
Opiniones
Pioneras'Las multinacionales van a ser previsiblemente las primeras en usar el sistema de clemencia. Tienen experiencia previa en ello y menos relaciones personales que les dificulte la delación', opina Allendesalazar, de Howrey.Reflexión'La gente está mirando con cautela las directrices publicadas por la CNC para acogerse a la exención de una multa por delatar un cártel. De momento todos tantean el terreno', afirma Julio Pascual, de Ashurst.Información'Para alcanzar el éxito es importante que el procedimiento esté detallado y sea previsible, que ofrezca a las empresas seguridad jurídica y se garantice la confidencialidad', señala Antonio Guerra, de Uría Menéndez.