Pasado, presente y futuro de 50 compañías españolas líderes
'El sello de la excelencia' revela los entresijos de las aventuras empresariales más exitosas
Cuando el premio Nobel de Medicina Alexander Fleming visitó España en 1948, entre el grupo de personalidades que pidió conocer figuraba el doctor Antonio Esteve. En 1944, aquel director de un pequeño laboratorio farmacéutico, en el contexto de un país hundido y contando tan sólo con un menguado equipo técnico, había sido capaz de fabricar penicilina'. Así empieza la narración de la historia de la farmacéutica Esteve, uno de los 50 proyectos empresariales españoles líderes que se diseccionan en El sello de la excelencia. Empresas, emprendedores, dirigentes, de la editorial Dobleerre. La extensión de la obra (700 páginas) permite a Francesc Ribera Raichs y su grupo de colaboradores realizar una detallada radiografía de cada una de las empresas, un análisis que bucea en sus raíces, en su presente y en sus perspectivas de futuro.
Entre las empresas que aparecen en el volumen figuran desde Freixenet, cuyos orígenes se remontan al siglo XIII (cuando se tiene constancia documental de la explotación vinicultora de la finca de Sant Quintí de Mediona, una población cercana a Sant Sadurní d'Anoia), a otras que, como Altadis, son el resultado de la evolución de aventuras iniciadas en el siglo XVII. Aunque la mayoría de los proyectos nacieron en el siglo XIX (Borges, BBVA, Catalana de Occidente, Gas Natural, Grupo Godó, Cementos Molins, Banco Sabadell o Santander) son también muchos los éxitos empresariales que vieron la luz a lo largo del siglo XX. Desde los que nacieron en las primeras décadas, como Telefónica, Acciona, Pikolin, Pronovias o Vocento, o a mediados de la centuria, como el Grupo Prisa, editor de CincoDías, has-ta los que surgieron en el último cuarto como, Mango, Cirsa o MRW.
El libro, que es a la vez un documento gráfico, se convierte así en una herramienta ideal para conocer los detalles de la evolución de 50 de las compañías más importantes de España y cuenta además con un índice onomástico, muy útil para saber quién es quién dentro de cada uno de esos proyectos.
El nivel de detalle con el que está narrada cada una de las historias permite saber, por ejemplo, que El Corte Inglés era el nombre de la sastrería que Ramón Areces compró en 1940 en la calle Rompelanzas, esquina a Preciados y Carmen, y cuyo nombre decidió conservar 'dado el prestigio de que gozaba el establecimiento en el Madrid de la época'; que el gabinete de abogados Cuatrecasas, hoy presente en los cinco continentes, abrió su primer despacho en el número 4 de la calle Escudellers junto a la Rambla, en Barcelona; o que Simón Barceló Obrador, 'de origen humilde y sin patrimonio ni estudios', se las ingenió para conseguir un crédito de 11.150 pesetas, en 1931, para comprar el primer vehículo con el que cubriría la línea entre Felanitx y Palma, en Mallorca, y que él mismo conduciría.
Aparte de las 50 empresas, en la obra tienen cabida también las principales organizaciones económicas y empresariales españolas: las patronales CEOE y Fomento del Trabajo; el Consejo Superior de Cámaras de Comercio de España; la Cámara de Comercio de Barcelona; el Círculo de Economía; Bolsas y Mercados Españoles (BME); las organizaciones feriales de Barcelona y Madrid; la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE) y el Instituto de la Empresa Familiar. De igual manera que los de las empresas, sus capítulos también arrancan con un valioso material fotográfico en blanco y negro.
Grupo Prisa, entre las excelentes
El grupo Prisa aparece en El sello de la excelencia como 'una de las aventuras empresariales más apasionantes en el último cuarto de siglo'. Para acotar la historia de la empresa editora de CincoDías hay que remontarse a 1958, cuando Jesús de Polanco y Francisco Pérez fundaron Santillana, una editorial especializada en textos educativos. Ese fue el germen del que hoy es el primer grupo editorial en lengua española. A mediados de los setenta, Santillana amplió su actividad a la edición general, potenciándola con las incorporaciones de Taurus (1974), Alfaguara (1980) y Aguilar (1986). También en los setenta, en 1972, Jesús de Polanco pasó a formar parte del equipo empresarial del diario El País. Así nació Prisa (Promotora de Informaciones, SA), con un capital social de 500.000 pesetas. El hecho de que el Gobierno pidiera una ampliación a 150 millones impidió que el diario se editara hasta después de la muerte de Francisco Franco. Finalmente, el 4 de mayo de 1976 salió a la calle su primer número. Prisa es hoy un grupo multimedia con más de 12.000 empleados y presencia en 22 países a través de marcas globales como El País, Santillana, Cadena SER o Canal Plus.