Riesgos en la economía global
El exceso de regulación es el peor obstáculo con el que se enfrentan las empresas que pretenden vender en mercados globalizados. La regulación excesiva impide a las empresas desarrollarse en diferentes mercados, pues las leyes varían de unos a otros países, lo que exige que un mismo producto o servicio tenga que estar diferenciado para cada caso con el consiguiente encarecimiento en los procesos de producción y la consiguiente carga burocrática. La regulación tiene un impacto crítico en los sectores inmobiliario, biotecnológico, farmacéutico y en petroleras y gaseras, y un alto impacto en el financiero, los seguros y las telecomunicaciones. Para atajarlo, los Gobiernos y los organismos internacionales, con la OMC a la cabeza, deben reducir las exigencias legales que en muchas ocasiones esconden meras trabas proteccionistas.
No es, pues, de extrañar que el exceso de regulación ocupe el primer puesto en el listado de los diez mayores riesgos con que se deben enfrentar las multinacionales, por delante de una posible crisis internacional. Por sorprendente que parezca, y según el informe sobre Riesgos Empresariales en 2008, de Ernst & Young, la proliferación de las normas asusta más a las empresas que una recesión económica. No obstante, una caída mundial de la economía se sitúa hoy en segundo lugar entre los mayores riesgos para hacer negocios a nivel mundial. El endurecimiento de las condiciones del crédito está afectando al consumo y a la inversión e incluso, si se mantiene por mucho tiempo, anulará el impacto económico que supone la rebaja de los tipos de interés aplicadas en Estados Unidos y en Reino Unido. Si los bancos no se deciden a enviar liquidez al mercado, nadie podrá conseguir préstamos por baratos que sean.
El tercer riesgo para las multinacionales, según el estudio, es una sorpresa: ocupa el envejecimiento de la población mundial. Claro, que también se convierte en una oportunidad de negocio para las empresas que lo sepan aprovechar.