El Ibex cae bajo el peso del miedo a una crisis económica
Los números rojos se imponen en todos los mercados, a la luz del deterioro de los datos de actividad. El índice español cede un 4,15% en la semana y pierde los 13.000 puntos
Un camino de ida y vuelta entre las pérdidas y las ganancias. Así es como va dibujando la Bolsa su trayectoria en un ejercicio que se está revelando como el más complicado desde el final de la debacle de la burbuja tecnológica. Los bancos españoles han confirmado en su presentación de resultados que no están contaminados por inversiones relacionadas con hipotecas subprime, el último en hacerlo ha sido el Santander este jueves pasado; el Ibex está cotizando a unos niveles de PER (price earnings ratio) inferiores a 11 veces, unos niveles no vistos desde 1994; los analistas no dejan de recordar el alto de grado internacionalización de las empresas cotizadas en el selectivo y que la actividad inmobiliaria tiene muy poco peso en el negocio de las constructoras. Todos esos argumentos parece que no están sirviendo de mucho. El Ibex 35 cierra la semana con un retroceso del 4,15%. Pese a las tibias ganancias de la última sesión (+0,35%), el índice no fue capaz de retener este viernes la cota de los 13.000 puntos y cerró en 12.934,8; es la primera vez desde septiembre de 2006 que el selectivo salda la semana por debajo de esa famosa cota técnica.
Las pérdidas se han impuesto en todos los sectores, con sólo cinco valores en positivo dentro del índice de referencia. Se trata de Colonial (5,19%); Mapfre (3,99%); Enagás (1,74%); REE (0,94%) y Gas Natural (0,11%). Las oscilaciones entre el precio más alto y más bajo de los dos primeros valores a lo largo de la semana -un 13% en el caso de Mapfre y un 11,5% en el de Colonial- sugiere más un rebote técnico que una apuesta firme por esas compañías. En el terreno negativo, los castigos han sido importantes: Bankinter se ha depreciado un 10,19%; Popular, un 9,92%; Renovables, un 9,62% y ACS, un 8,86% por citar los valores más penalizados.
Otro dato importante es que el volumen de negociación no ha sido excesivamente elevado, por debajo siempre de los 5.000 millones diarios, salvo el martes, día en el volumen neto del mercado continuo llegó a 5.380 millones. El máximo de negociación tuvo lugar justo en la sesión en la que el Ibex padeció la décima peor jornada desde su puesta en marcha (1992), con un retroceso del 5,19%. La lectura que puede extraerse de esos datos es que el martes, los inversores sí tuvieron prisa por salir del mercado, mientras que en los días al alza no hubo el mismo interés por entrar al parqué.
El resultado es que la Bolsa española pierde un 14,80% en lo que va de año, en línea con los malos datos que se registran en toda Europa.
Conviene recordar que el Ibex no está pasando un vía crucis particular, fruto de un supuesto descalabro económico circunscrito a España. En Europa, el Euro Stoxx pasa la semana con un descenso del 4,3%; el Dax de Fráncfort ha perdido un 2,89%; el Cac de París, un 5,39%; el S&P Mib de Milán, un 4,51%. Fuera del área euro, los descensos del Footsie de Londres ascendieron a un 4,07%. El Banco de Inglaterra bajó el jueves los tipos de interés del 5,5% al 5,25%. En Wall Street, las pérdidas también se han impuesto, con descensos del 4,6% en el S&P 500, del 4,5% en el Nasdaq y el 4,4% en el Dow Jones.
Esta semana no ha mediado además ningún escándalo al estilo del protagonizado por el bróker de Société Générale Jérôme Kerviel -en prisión preventiva desde este viernes-, que hizo perder al banco francés 4.900 millones por sus inversiones fallidas en derivados sobre índices europeos. Tampoco ningún banco ha publicado resultados catastróficos, más bien todo lo contrario. Es decir, no ha tenido lugar ningún acontecimiento extemporáneo que sirva para justificar la preeminencia de los números rojos.
Lo que sí ha llegado es una serie de indicadores de actividad que confirman los malos augurios. En EE UU, el índice ISM de actividad no manufacturera se situó en enero por debajo de 50 puntos, la línea que separa el crecimiento de la contracción. El dato de inventarios mayoristas de diciembre, publicado el viernes, registró un incremento del 1,1% frente al 0,3% esperado, lo que da idea de la dificultad para dar salida a la producción. En España, los números no permiten barruntar demasiadas alegrías. El paro aumentó en enero en 132.378 personas, el incremento mensual más abrupto desde que en 1997 comenzaron a hacerse estadísticas, según los datos conocidos el lunes pasado. El martes se divulgó el dato de producción industrial de 2007 que registró un alza media del 1,9%, la mitad que en el año anterior; al mismo tiempo, la confianza del consumidor está en mínimo histórico.
El escenario se presenta muy negativo. Pero es necesario hacer algunas precisiones. La Bolsa no es, ni mucho menos, un espejo de la economía; las caídas en renta variable históricamente suceden a un ritmo cuatro veces superior a los ascensos -cuando el mercado sube aumenta el recelo, pero cuando cae, suele hacerlo en estampida- y, por último, las estadísticas demuestran que la renta variable es a largo plazo la opción ganadora. Un dato: en los últimos 30 años, la Bolsa española ha vivido nueve ejercicios bajistas, frente a 21 de ganancias.
Las cifras
5,65% es el rendimiento que obtuvo el plan más rentable de enero, el BK Protección.
1.500 millones de euros representa la cifra de pérdida de patrimonio de los planes de pensiones en enero.
550 millones de euros es el aumento de patrimonio que han recibido los planes de pensiones de renta fija a corto plazo.
El patrimonio de los planes de pensiones cayó el 2,75% en enero
El patrimonio gestionado en los planes de pensiones del sistema individual se redujo hasta los 52.600 millones de euros a 31 de enero, lo que supone un descenso del 2,75% en el primer mes del año, unos 1.500 millones de euros, según datos recopilados por VDOS Stochastics.Los planes de renta variable, afectados por la debilidad de las Bolsas a nivel mundial -el Ibex perdió el 12,9% en enero-, han sido la categoría más afectada con una pérdida patrimonial de unos 1.000 millones.La huida de los inversores desde la Bolsa hacia activos más seguros también se ha hecho sentir en los planes de pensiones de renta fija. La creciente aversión al riesgo, unida a la naturaleza de este vehículo de inversión, un producto que impide los reembolsos hasta el momento de la jubilación, ha provocado trasvases de una categoría de fondos a otros, lo que ha favorecido al patrimonio de los planes de renta fija.La renta fija a corto plazo, con una ganancia de 550 millones, ha sido la categoría más beneficiada, seguida de los planes de renta fija a largo plazo, que sumaron 140 millones de euros, y de los garantizados, con 59 millones de euros de incremento patrimonial.En relación a la distribución patrimonial por gestoras, se mantuvo la tendencia hacia la concentración, y las cinco mayores gestoras aglutinaron casi el 53% del patrimonio, tras ganar 15 puntos de cuota el mes pasado. BBVA es líder, con una cuota del 15,7%, seguido de cerca por Santander, con el 15,2% y La Caixa con el 11,5%.Respecto a las rentabilidades ponderadas por patrimonio medio obtenidas en enero, la categoría de renta fija garantizada obtuvo un rendimiento del 0,98%, la renta fija a largo plazo, un 0,59% y la renta fija a corto, un 0,26%, según VDOS Stochastics. Las rentabilidades en enero de los fondos de pensiones españoles se situaron, según Mercer, en un 2,1% para la renta fija, en una caída del 13,7% para la renta variable euro y en una caída del 7,7% para la renta variable no euro.
Las claves para europa
1 Tipos de interés. 'Inusualmente altos', así es como ve el presidente del BCE, Jean Claude Trichet los riesgos del impacto de la crisis financiera sobre el crecimiento, lo que deja por primera vez la puerta abierta a bajadas de tipos (actualmente al 4%). Algunos prevén un recorte tan pronto como abril pero las expectativas están divididas. En 2001, con el IPC en el 2,7%, la previsión para este año, el BCE bajó 0,25 puntos en mayo.2 Menor crecimiento. El deterioro de las condiciones económicas en EE UU, la creciente tensión en el mercado de crédito, la fortaleza del euro y el elevado precio del petróleo empeoran las perspectivas de crecimiento. Merrill Lynch ha bajado su previsión para Europa este año del 1,6% al 0,8%.3 Política fiscal. La situación actual ha suscitado un cambio de prioridades en muchos países tras cinco años de políticas restrictivas. Incluso el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Khan, ya ha pedido un estímulo fiscal para superar el reciente batacazo. Bruselas advierte que no todos los países pueden permitirse aumentar el gasto público.4 Fundamentos sólidos. La ausencia de desajustes económicos serios, una tasa de ahorro en el 14% y balances empresariales sanos ayudarán a capear la crisis. El desempleo es el mayor riesgo, en el 7,2%.