El negocio de vuelos nacionales entra en pérdidas por la guerra de precios
El mercado de rutas aéreas entre aeropuertos españoles fue una auténtica ruina en 2007. Las aerolíneas sumaron pérdidas de 250 millones en este segmento como consecuencia de la sobreoferta y la guerra de precios. En 2008, ante la entrada en liza del AVE, muchas compañías están abandonando las rutas no rentables, pero todos temen un ajuste mucho más duro.
La burbuja del mercado aéreo doméstico español ha estallado. En 2007 ninguna de la diez aerolíneas españolas e internacionales que operan rutas entre aeropuertos españoles (Iberia, Spanair, Air Nostrum, Air Europa, Clickair, Vueling, Ryanair y Easyjet, entre otras) ha conseguido cerrar con beneficio su balance en este segmento. (Iberia y Air Nostrum han anunciado ganancias para el grupo, pero las consiguen en vuelos internacionales). Diferentes portavoces de estas compañías han preferido no cuantificar sus propias pérdidas, pero coinciden en que los números rojos acumulados por esta actividad el año pasado se situaron por encima de 250 millones.
Lo más dramático es que el derrumbe se ha producido el año en que el incremento en el número de pasajeros ha batido un récord al situarse en el 9,07%, según datos de AENA. Desde el año 2000 únicamente en 2005 se produjo un mayor crecimiento de los pasajeros en rutas nacionales (11,97%). Lo que ha ocurrido es que este fuerte crecimiento de la demanda se ha producido en un mercado en el que desde hace poco más de año y medio se ha disparado un proceso de sobreoferta a causa de la entrada de varias compañías de bajo coste, que ha ido seguida por el estallido de una guerra de precios que, finalmente ha terminado por hundir los márgenes de los nuevos entrantes y de las aerolíneas convencionales.
El mercado aéreo doméstico español tiene la peculiaridad de ser el más grande de Europa. En 2007 sumó 43,8 millones de pasajeros, que contrastan con los 28 millones de viajeros de los otros mercados que le siguen en importancia: los de Francia e Italia.
Hay algunos datos que ilustran a la perfección la enfermedad que aqueja hoy al negocio de los vuelos entre aeropuertos españoles. En el año 2000 la oferta se situó en 40,4 millones de asientos, mientras el número de pasajeros fue de 28,4millones. En el ejercicio de 2004 los asientos habían aumentado hasta 49 millones y los viajeros reales fueron 33,5 millones. En 2007 para una demanda efectiva de 43,8 millones de viajeros, la oferta de asientos fue de 62,9 millones. El índice medio de ocupación de los aviones en los tráficos nacionales ha ido creciendo poco a poco desde el 67,8% del año 2000, hasta el 70,4% de 2006. El año pasado la ocupación media cayó por primera vez al 69,7%, lo que ha resultado desastroso ya que en la mayoría de los vuelos, con unos precios muy erosionados, el beneficio se consigue con los dos o tres últimos pasajeros.
Todas las compañías consultadas han confirmado que desde después del verano han cancelado cualquier plan de expansión y la realidad demuestra que se están retirando de manera acelerada de las rutas menos rentables. Pero ninguno de los operadores aéreos cree que este repliegue sea suficiente y se espera un ajuste más duro, máxime cuando la competencia del AVE sólo acaba de comenzar.
British busca un acuerdo de continuidad en Iberia
El consejero delegado de British Airways, WillieWalsh, reconoció ayer que la aerolínea británica quiere fortalecer sus lazos con Iberia pero señala que las negociaciones sobre su futuro con el principal accionista de la aerolínea, Caja Madrid, van para largo.¢Somos un accionista significativo dentro de Iberia y tenemos una buena relación con su equipo directivo. Estoy muy satisfecho con la relación que tenemos con Iberia y no buscamos salir de esa relación¢, dijo a Reuters el consejero delegado de la compañía aérea.¢Lo que estamos haciendo es mantener conversaciones con Caja Madrid para entender su postura sobre el futuro de Iberia ... Creo que podemos fortalecer esa relación y continuaremos buscando oportunidades para hacerlo¢, explicó Walsh.British Airways cuenta con un 10% de Iberia, segundo accionista mayoritario de la aerolínea, después de que Caja Madrid comprara las acciones a BBVA y Logista y se posicionara como el accionista mayoritario, con el 24% del capital.Fuentes conocedoras de los contactos que mantienen British Airways y CajaMadrid han explicado que ambas compañías han logrado superar profundos recelos que cultivaron entre ambas por su difícil convivencia durante una década como primeros accionistas de la compañía. Ahora han blindado sus contactos con un acuerdo de confidencialidad.