El delicado talento de elegir y servir el habano perfecto
Carlos Echapresto representará a España en la final mundial de sumilleres de puros
En España nadie sabe tanto de maridaje y servicio de puros. Así lo acredita el primer premio obtenido el pasado lunes en la VII edición del concurso nacional de cata de cigarros Habanosommelier, celebrada en Barcelona. Carlos Echapresto, de 33 años, copropietario y sumiller del restaurante Venta de Moncalvillo (en Daroca de Rioja, a 17 kilómetros de Logroño), demostró su profesionalidad y destreza a la hora de elegir y servir un habano frente a otros 17 concursantes de los mejores restaurantes de España.
La primera parte de la competición consistió en un examen teórico que evaluaba el conocimiento de las diferentes marcas y vitolas de los cigarros habanos. Cinco concursantes pasaron a la final, donde les esperaba una prueba práctica en la que se valoraban la presentación y el servicio de un habano.
Este ejercicio incluía todos los aspectos que determinan este ritual: encendido y corte (material utilizado, corrección y forma de efectuarlos), presentación del cigarro (descripción del mismo y su fumada), presentación del destilado o licor (describiéndolo y realizando su cata), maridaje (argumentando la elección) y puesta en escena.
En el certamen de este año, los cigarros obligatorios para todos los concursantes -garantía de la igualdad de condiciones de los participantes- eran dos de los más representativos de la marca Montecristo: el número 4, un clásico de la tabaquera cubana, y el Petit Edmundo, que representa la nueva generación de este producto. La elección del maridaje adecuado para cada uno de estos dos habanos fue clave para lograr el triunfo final. Para maridar el Montecristo número 4, el cigarro más vendido del mundo, Echapresto se decantó por un ron añejo cubano de 15 años, 'meloso, con un fondo dulce y especiado que contrarresta el picor inicial del puro', comenta.
En el caso del Petit Edmundo, una vitola de formato moderno y gran tiro, el sumiller eligió un brandy de Jerez, concretamente el Cardenal Mendoza. 'La fuerza, los tonos dulces pasificados con un aroma final de bergamota y amaderado del brandy encajan perfectamente con este puro, redondeando el ligero picor habitual de los Montecristo con tonos torrefactos y tostados que recuerdan al café', explica el vencedor del concurso. 'Se trata de buscar la redondez y enaltecer el producto', sentencia.
Un certamen cada vez más valorado
Gracias a su desarrollada nariz y su excelente paladar, Carlos Echapresto será el representante español del campeonato mundial de Habanosommeliers, un concurso que cada año cuenta con una mayor acogida y que se celebrará el mes que viene en la capital cubana. Hace dos años fue una española, Manuela Romeralo, del restaurante valenciano La Sucursal, quien se alzó con el máximo galardón. Echapresto no lo tendrá fácil. Curiosamente, y a pesar de sus vastos conocimientos, el riojano es un sumiller autodidacta, y raramente fuma: 'Es un placer que requiere tiempo', señala. Sobre todo, es un apasionado del mundo gourmet. En su restaurante tiene una cava con 35 referencias de cigarros, con novedades, vitolas de colección y añadas especiales. En la bodega se contabilizan más de 400 referencias de vinos, sin descuidar toda una serie de complementos necesarios en torno a la mesa: carta de aguas, cervezas, infusiones, cafés y una selección de licores. El local dispone de un salón específico para fumar y disfrutar de una buena sobremesa.