Neblina bursátil
Tras varios meses en los que nos habíamos olvidado de la macroeconomía, de nuevo recobra su papel estelar en los mercados, especialmente en las Bolsas. Por tercera vez en menos de un año, los inversores vuelven a descontar una recesión en Estados Unidos (EE UU). También descuentan que la recesión en EE UU arrastrará a la economía mundial a la recesión; por esa razón vemos desplomes más intensos en las Bolsas emergentes.
La realidad es que los datos de actividad conocidos en EE UU en las últimas semanas se han deteriorado y la probabilidad de recesión ha aumentado. También es cierto que los efectos de la crisis financiera sobre el sistema bancario americano, están siendo peor de lo esperado y eso complica mucho el escenario bursátil. No obstante, aún es pronto para confirmar que la economía estadounidense está en recesión. El crecimiento en el cuarto trimestre de 2007 moderó significativamente, pero después de un crecimiento del 5% el trimestre anterior. Por lo tanto, hay que esperar a los datos del primer trimestre de 2008 para estimar la tendencia.
Pero EE UU, con un dólar débil, se beneficia del crecimiento mundial vía exportaciones. En el tercer trimestre del pasado año la economía mundial aceleró su crecimiento. El menor dinamismo de EE UU y los altos precios del petróleo anticipan una desaceleración del crecimiento mundial. No obstante, la inercia de los países emergentes, especialmente China, garantiza que la desaceleración será gradual.
Por lo tanto, ¿estamos asistiendo al final del ciclo bursátil? Es más probable que hace un mes, pero es posible que por tercera vez los inversores decidan postergar el ajuste. Necesitamos más datos para resolver el enigma. El final de los ciclos bursátiles suele coincidir con: elevada volatilidad, crecimiento de los beneficios desacelerándose y tipos de largo plazo al alza. Por lo tanto, en 2008 sólo los tipos de largo plazo y los bancos centrales dan soporte a las Bolsas.
Llevamos tres años hablando de inflación de activos y en algún momento los precios de los mismos se ajustarán a la realidad. La volatilidad obliga a extremar la prudencia, por lo que hay que estar infraponderado en Bolsa, especialmente en EE UU y en emergentes. Más aún si la liquidez incorpora una prima a nuestro favor.
José Carlos Díez. Economista jefe de Intermoney