El Ibex suaviza las caídas, pero persiste el pesimismo
Tras vivir el martes la peor sesión desde agosto, el desasosiego marcó ayer la jornada bursátil. El Ibex dio varios bandazos y, tras subir con intensidad desde el soporte técnico de 13.700 puntos, cayó a plomo en cuanto Wall Street abrió a la baja. Al final, otra vez en números rojos y van seis sesiones consecutivas. El índice cedió un 0,92% y terminó en 13.817,1 puntos, mínimo desde septiembre.
Detrás de los números rojos de la Bolsa subyacen en muchas ocasiones razones de tipo psicológico. El Ibex cotiza a precios más que razonables -el PER del Ibex es de 11 veces, el nivel más bajo desde mediados de los noventa-, pero el índice pierde ya un 9% en lo que va de año. Desde los máximos de noviembre, la caída asciende al 13,3%. Lo que prima ahora es el miedo. Miedo a una recesión global de envergadura. 'Las decisiones de inversión las toman personas que muchas veces se guían no en función de lo que les indica una máquina, sino de sus sentimientos, de optimismo, de euforia, de pesimismo, de pánico... Detrás de cada inversión hay gente que pierde o gana dinero o que teme se le escape un valor. Más allá de los números, hay un ambiente de mercado que ahora es negativo', resume Jordi Padilla, responsable de renta variable de Atlas Capital.
El Ibex vivió ayer una jornada de vértigo en la que se pudieron ver grandes plusvalías pero también fuertes varapalos. La oscilación entre el mínimo (13.688,7 puntos) y el máximo (14.051,5) fue del 2,7%. El comportamiento del mercado dependía, en todo caso, del ánimo de los inversores estadounidenses. Si a primera hora pesaban los malos resultados de Intel, poco después las cuentas de JPMorgan -malas, pero mejores de lo esperado- permitían remontar, antes de que Wall Street abriese a la baja y llevase de vuelta a las pérdidas a los índices europeos. El Footsie de Londres se depreció un 1,37%; el Dax de Fráncfort, un 1,25% y el Cac de París, un 0,48%. En Wall Street, la sesión también estuvo cargada de altibajos. Al final cedieron el Dow Jones (0,28%), el S&P 500 (0,56%) y Nasdaq (0,95%).
De la mano de la volatilidad, la dispersión entre los valores también fue alta. Sacyr ganó un 4,27%; Inditex mejoró un 4% y Grifols, un contundente 3%. Pero en el extremo opuesto, Acciona cedió un 5,3%; Gamesa, un 4,07% y Mapfre, un 3,58%. El balance final: el Ibex perdió un 0,92% y cerró en 13.817,1 puntos. Un dato importante es que el volumen de negociación fue muy elevado, más de 7.280 millones en el mercado continuo. La interpretación de estas cifras va en dos vertientes. Por un lado, entra dinero al mercado y eso es positivo; por otro, el volumen indica que son muchos los inversores deseosos de escapar de la renta variable.
Nervios en el parqué. ¿Camino de un ajuste serio? 1,465 carlos Llorente Finanduero 'Es el momento de reducir la exposición a renta variable. Pero hay que ser prudentes, no precipitarse por miedo, ni malvender valores. Hay que aprender a discernir entre precio y valor de las acciones'. nicolás López M&G Valores 'El mercado está anticipando una recesión y aún queda sufrimiento por delante. La recomendación es aumentar la liquidez. No importa realizar unas pérdidas, si así se logra asegurar el patrimonio'. óscar germade Cortal Consors 'Hay que buscar valores que den una rentabilidad por dividendo interesante y que tengan un ratio de PER bajo. Los grandes bancos ya han sufrido castigo importante y se puede ir tomando posiciones'.
¿Hay posibilidades de una recuperación inminente en la Bolsa?El Índice de Fuerza Relativa (Relative Strengh Index en inglés), un indicador técnico que mide el grado de sobreventa y sobre compra de los mercados está en 16,4 puntos para el Ibex. Por debajo de 25 puntos indica sobreventa y un nivel similar a este no se veía desde la crisis económica de comienzos de los noventa. 'Se dan las condiciones para que se produzca un rebote técnico. Si éste no tiene lugar, eso quiere decir que la situación es realmente muy grave', explica Luis Benguerel, de la agencia de valores Interbrokers.¿A qué datos hay que prestar atención en el corto plazo?'Es fundamental atender a la publicación de resultados de los bancos, para tener claro quién está afectado', valora Celine Giffard, de Self Trade. JPMorgan informó ayer de que el beneficio cayó un 34% en el conjunto del año, por culpa de las pérdidas en bonos de hipotecas basura (subprime) y del aumento de provisiones. Con todo, el dato fue mejor de lo esperado. Hoy es el turno de Merrill Lynch y mañana, de Goldman Sachs. Caja Madrid informa el próximo día 22; Banco Popular, el 23; y BBVA y Sabadell, el jueves 24.Ante esta situación, ¿qué pueden hacer los bancos centrales?Las principales autoridades monetaria ya anunciaron una acción concertada para dotar de liquidez al mercado a mediados de diciembre. De momento, el BCE ha mantenido los tipos de interés al 4%, en lugar de subirlos, como era su intención; así el Euríbor a doce meses ha pasado del 4,88% en diciembre al 4,51% de ayer. En EE UU, la Reserva Federal se reúne los días 29 y 30 y el mercado está descontando una rebaja de como mínimo medio punto, lo que situaría el precio del dinero en el 3,75%.La Bolsa no para de caer, ¿dónde está el dinero?El oro, un activo considerado como un refugio seguro contra la inflación está viviendo un momento histórico. La onza superó la semana pasada los 900 dólares y acumula una revalorización del 35% desde agosto, cuando estalló la crisis subprime. Otro valor sólido por excelencia, el bono a 10 años del Tesoro de EE UU, también está disparado. El rendimiento del bono es fijo y por eso disminuye porcentualmente según sube el precio del activo. En seis meses ha pasado del 5,3% al 3,7%, una caída del 30,4%.¿Qué está pasando con la economía estadounidense?El último informe económico de la Reserva Federal -el llamado Libro Beige, por el color de su encuadernación- constata la debilidad de las ventas minoristas en los últimos meses del año 2007, así como la desaceleración del negocio bancario, tanto para empresas como para clientes particulares, y el avance del deterioro del sector inmobiliario. El estudio también confirma la persistencia de las presiones inflacionarias en materias primas y las dificultades del mercado laboral. Con todo, aún es pronto para dar por consumada la recesión.