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Aeropuertos

El Gobierno británico frena los planes tarifarios de Ferrovial en Stansted

La previsión de Ferrovial de obtener la desregularización del aeropuerto londinense de Stansted, que controla a través de BAA, fue fulminada ayer por la negativa de la Secretaría de Estado de Transportes. El Gobierno británico respalda la construcción de una segunda pista para aumentar su tráfico, pero seguirá marcando las tarifas.

Ferrovial, su filial para la gestión de aeropuertos BAA, y el propio mercado bursátil descontaban desde julio el visto bueno del Gobierno británico a la liberalización de las tarifas del aeropuerto de Stansted (Londres). Máxime cuando existe una recomendación de la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido (CAA por sus siglas en inglés) en ese sentido. Hasta aquí la esperanza de Ferrovial por mejorar el rendimiento a corto plazo de su tercer aeródromo por volumen de tráfico.

El optimismo fue truncado ayer por la decisión de Ruth Kelly, Secretaria de Estado de Transportes, de mantener el control sobre las tasas que pagan las aerolíneas. Todo un jarro de agua fría para BAA, que seguirá negociando en los próximos años con la Administración el retorno de sus inversiones en Stansted, como sucede desde 1986. Prueba del varapalo fue el castigo que Ferrovial recibió en Bolsa, dejándose un 6,5% en una jornada de descalabro para las constructoras españolas con presencia en el Ibex.

BAA se encuentra sujeta a un proceso de revisión de tarifas por el que se fijará la rentabilidad de sus operaciones en los aeródromos londinenses regulados de Heathrow y Gatwick. En el caso de Stansted, el Gobierno argumenta que es necesario mantener el proteccionismo tarifario para favorecer a los pasajeros que no tienen opción de utilizar otras bases aéreas.

Un portavoz oficial argumenta que BAA mantiene su postura sobre la necesidad de liberalizar los precios máximos (price cap) que pueden ser aplicados a las aerolíneas por el uso de sus instalaciones. Un discurso comedido en función de lo que sigue jugándose Ferrovial en materia regulatoria.

Dentro del pesimismo generalizado, BAA se felicitó por el respaldo de la Administración a la construcción de una segunda pista de aterrizaje en el citado Stansted. Incluso aplaude la actual consulta a los distintos implicados por el futuro impacto de la demandada tercera pista de Heathrow. 'La Secretaría de Estado coincide con nosotros en que la cuestión fundamental que afecta a nuestros aeropuertos en el sureste de Inglaterra es la falta de capacidad', comentó BAA.

La gestora aeroportuaria optó por templar su reacción y explicó que el vaso está medio lleno: 'Vemos positiva la indicación que asegura que la paralización de las desregularización puede ser examinada en una fecha futura', concluye el escueto comunicado hecho público ayer por BAA, operadora de siete aeropuertos en Reino Unido, tres de ellos afectados por el price cap. Es decir, aunque las tarifas entrarán en vigor el próximo 31 de marzo a cinco años vista, el Gobierno podría reabrir el debate de la liberalización de Stansted.

Hace unas semanas, dando por hecho esa concesión de la Administración británica, Ferrovial Aeropuertos planeaba promover próximamente la desregularización del también londinense aeropuerto de Gatwick. Pero el escenario ya no es el mismo.

Visto bueno para Manchester

La secretaria de Estado de Transporte, Ruth Kelly, dio ayer una de cal y otra de arena. Si negó a Stansted la eliminación del price cap, cedió ante el aeródromo de Manchester. El área del Gobierno que dirige la política en materia de transportes entiende que esa plaza funciona con un margen de suficiente competencia como para dejar de intervenir en sus tarifas.

El aeropuerto de Manchester está gestionado por The Manchester Airports Group (MAG), propietaria de los aeropuertos de Manchester, East Midlands, Bournemouth y Humberside, por los que pasan un total de 28 millones de pasajeros al año. El accionariado de MAG está controlado por el Ayuntamiento de Manchester (55%), que comparte acciones con distintas administraciones públicas.

Exento de revisión

BAA cobra a las aerolíneas 4,89 libras por pasajero desde 2003 en Stansted. A esa cifra se le ha sumado la tasa de inflación de cada ejercicio para alcanzar las 5,50 libras en 2007. Este aeropuerto ha estado eximido de la actual revisión tarifaria que pesa sobre Heathrow y Gatwick.

Respaldo a la segunda pista de aterrizaje

El proyecto de ampliación para elevar la cifra de pasajeros en Stansted, de los 23,7 millones que ha registrado a lo largo de 2007 a los 64 millones que espera allá por 2030, obtuvo ayer un fuerte impulso de la Administración británica.La construcción de una segunda pista de aterrizaje es una de las reivindicaciones de Ferrovial desde que se hiciera con el control de BAA en 2006. El apoyo recibido ahora por el Gobierno de Brown responde, según la Secretaria de Transporte, 'al hecho de que los aeropuertos del sureste de están operando al límite de su capacidad. Eso es negativo para los pasajeros en términos de retrasos o saturación del servicio'.Mientras llega la segunda pista, Ferrovial tendrá que obtener permiso para elevar el límite de viajeros hasta los 35 millones, así como el de vuelos hasta los 264.000 al año.

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