Zapatero convoca elecciones bajo la bandera de los éxitos económicos
El presidente del Gobierno no cree en las encuestas o, más exactamente, en las que no encarga la dirección de su partido, que reflejan un resultado más esperanzador para los socialistas que los sondeos publicados por algunos medios de comunicación. José Luis Rodríguez Zapatero convocó ayer las elecciones generales acentuando los éxitos del Gobierno en política económica y orillando los debates centrales de esta legislatura: el diálogo con ETA y las reformas estatutarias.
Algún matiz están incorporando los asesores de Zapatero a la opinión del vicepresidente Pedro Solbes de que la economía no determinará el resultado electoral del 9 de marzo cuando el propio presidente del Gobierno lleva varias semanas centrando sus intervenciones en los éxitos de la política económica y ayer mismo aprovechó la convocatoria oficial de los comicios para convertir los mismos en uno de los avales que le permiten concurrir con mayor optimismo del que se desprende de las encuestas en la contienda electoral. Tanta es la importancia que Zapatero y su entorno conceden a la economía y a la opinión que de ella se tiene, aseguran fuentes socialistas, que buena parte de los anuncios que restan hasta el día de las elecciones se dirigirán al bolsillo de los ciudadanos y a la mejora de su bienestar.
Zapatero respetará el criterio de Pedro Solbes de que todos los compromisos que el PSOE contraiga en la campaña sean financiables y, además, vayan acompañados de una memoria económica que garantice el principio de estabilidad presupuestaria. El propio presidente oficializó ayer la convocatoria electoral acentuando el éxito que supone haber cerrado el ejercicio de 2007 con un superávit superior al 2% del PIB y con la promesa de que en la próxima legislatura se compromote a seguir gestionando de forma rigurosa los recursos públicos. 'La acción del Gobierno ha ido dirigida, toda ella, a asegurar que en cualquier circunstancia contaríamos con recursos suficientes para mantener el gasto social que hemos iniciado y para invertir recursos públicos en los sectores que España más necesita para convertirse, como ya lo ha hecho, en uno de los primeros países del mundo por su riqueza global, por su bienestar y por el reparto equilibrado de esos beneficios entre toda la sociedad', dijo ayer Zapatero en tono solemne.
Empleo y renta per cápita
El presidente destacó, sobre todo, los tres millones de empleos creados en la legislatura, la ventaja sobre Italia en renta per cápita, la dotación del Fondo de Reserva de la Seguridad Social con casi 52.000 millones de euros, así como el aumento de las pensiones y del salario mínimo, el arranque de la ley de Dependencia, el cheque-bebé, la extensión de la educación de cero a tres años y las ayudas al acceso a la vivienda.
El acento que desde el Gobierno y desde la dirección del PSOE se está poniendo en la explicación de la política económica no descansa sólo en la preocupación por el impacto electoral que puede llegar a tener el deterioro de algunos indicadores, especialmente la inflación, sino también en la sensación de que ha faltado un discurso económico potente durante buena parte de la legislatura capaz de infundir el mismo optimismo entre los ciudadanos que generó la doctrina económica de los gobiernos de José María Aznar con indicadores bastante más mediocres. Esta circunstancia puede explicarse, en parte, por la larga sombra que el diálogo con ETA y las reformas estatutarias han proyectado sobre casi toda la legislatura, aspectos a los que Zapatero dedicó ayer una atención marginal, con dos mensajes claros: 'La única finalidad ha sido proteger vidas y evitar muertes' y, en segundo lugar, 'prometí trabajar para mejorar la articulación territorial de España y lo he hecho siempre de acuerdo con la Constitución'.
El presidente encara las elecciones con mayor optimismo del que se desprende de las encuestas de algunos medios de comunicación en donde se refleja un empate entre los dos grandes partidos. Los sondeos que maneja la dirección del PSOE son más optimistas y dejan un amplio recorrido a este partido para movilizar a su electorado potencial, objetivo en el que se antoja trascendental la propia evolución de la campaña electoral.
Comienza la cuenta atrás hacia el 9-M
La convocatoria de las elecciones que hoy publicará el Boletín Oficial del Estado tras la consiguiente disolución de Las Cortes abre la carrera hacia el 9 de marzo, en la que pueden subrayarse algunas fechas clave. El próximo jueves, el PP anunciará los cabezas de lista de cada provincia y, probablemente, despejará el papel que el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, jugará en estos comicios. Otra fecha clave será el fin de semana del 26 de enero, en el que el PSOE expondrá su programa electoral, aunque sus grandes anuncios los dosificará Zapatero a conveniencia.