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Resumen 2007. El año de la incertidumbre

El Ibex acumula una subida del 151% en cinco años

El índice español sortea la crisis 'subprime' y cierra 2007 con una mejora del 7,32% por el tirón de los grandes valores

El Ibex acumula una subida del 151% en cinco años
El Ibex acumula una subida del 151% en cinco añosCinco Días

Las Bolsas cotizan en estos días toda la indecisión del mundo, pero detrás dejan un ejercicio que ha sido positivo, aunque no exento de volatilidad. La española ha cerrado el año con un alza del 7,32%, que coloca la línea de salida del Ibex para 2008 en los 15.182,3 puntos. Atrás quedan cinco años de subidas consecutivas que arrojan una rentabilidad del 151,49% para el índice español.

Cabe lamentar, sin embargo, la ausencia este ejercicio de un rally de fin de año, la subida que suele acompañar a las Bolsas en las últimas semanas de diciembre, cuando los grandes inversores ajustan sus carteras para el año que viene. Las dudas, los temores a una recesión mundial por la crisis de las hipotecas de riesgo, han pesado demasiado. Diciembre se cierra con un retroceso del 3,66%, lo que constituye el peor mes de 2007 y el peor cierre de año desde 2002.

Las últimas sesiones del ejercicio son un ejemplo claro de lo acontecido en la segunda mitad del año. La Bolsa española regresó el jueves de las vacaciones navideñas y se encontró con una retahíla de datos e indicadores -mejores unos, peores otros- que no hicieron sino acrecentar la volatilidad de los mercados. En el fondo de lo que se trata es de dilucidar qué posibilidad hay de que la desaceleración estadounidense se torne en recesión. Ningún dato por sí sólo es de momento esclarecedor, pero contribuye al desasosiego generalizado. El asesinato de la ex primera ministra de Pakistán Benazir Bhutto vino a dar la puntilla a unos mercados que vienen tocados desde hace meses.

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Y así despidió el año la Bolsa, con pérdidas que se cebaron especialmente en el sector inmobiliario, sobre el que pesa con toda su intensidad la sombra de la crisis. El Ibex despidió el ejercicio el viernes con un retroceso del 0,48% y 21 de los 35 valores en números rojos.

El ejercicio bursátil comenzó con mucho optimismo, pero el verano marcó un punto de inflexión, cuando afloraron los primeros problemas derivados de la crisis de las hipotecas de alto riesgo en algunas compañías hipotecarias estadounidenses y en ciertos fondos de alto riesgo. Poco a poco, la madeja se fue desenredando y sacó a la luz un entramado de titulizaciones y derivados de crédito capaz de transmitir el riesgo hipotecario por todo sistema financiero mundial.

La falta de transparencia, la ausencia de información sobre dónde y quién tiene ese riesgo, ha sido el talón de Aquiles de los mercados. Sin embargo, las atractivas valoraciones, el saneamiento de los balances y las inyecciones de liquidez de los bancos centrales han sido el punto de apoyo que ha evitado un desplome generalizado.

Alemania sube un 22%

En Europa merece una mención especial la Bolsa alemana, cuyo índice, el Dax, cierra el año con un alza del 22,29%. La española es la segunda mejor plaza del continente gracias fundamentalmente al impulso de Telefónica, cuyo Día del Inversor, celebrado en octubre, marcó un antes y un después para la cotización de la compañía. El Ibex ha logrado este año, gracias a ese impulso, un máximo histórico en 15.945,7 puntos, que marcó el 8 de noviembre.

No ha sido un año fácil. Los mercados de valores han tenido que lidiar, no sólo con la crisis subprime, sino también con un dólar en caída libre y con la efervescencia de las materias primas. El euro alcanzó el pasado 23 de noviembre un récord a la altura de 1,4967 dólares, aquejado por el diferencial de tipos de interés entre EE UU y Europa y las pobres expectativas económicas de la primera economía del mundo. Ese mismo día, el petróleo Brent tocaba los 95,76 dólares. El oro entretanto se ha convertido en un activo refugio y se ha revalorizado un 30% en 2007.

Una parte importante del alza de las materias primas obedece a la demanda de los países emergentes, pujantes un año más gracias a un fortísimo ritmo de crecimiento económico. La Bolsa china se ha revalorizado un 162% este año y ha demostrado su influencia cada vez mayor en el mundo financiero: un desplome de su mercado local en febrero logró tumbar las Bolsas de todo el mundo.

Los países emergentes tienen la llave para evitar que la desaceleración de EE UU no se contagie al resto del mundo. De momento, paradojas de la vida, son quienes están financiando las pérdidas subprime de los grandes bancos.

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