Las empresas piden un mercado global de emisiones de CO2
El sector privado ha dicho en la cumbre de Bali que está dispuesto a sumarse a la revolución económica que se anuncia en la batalla contra el calentamiento climático. Así lo ha reiterado la Asociación Internacional de Mercado de Emisiones (IETA en sus siglas en inglés). La industria dice estar lista, pero espera la luz verde política que abra camino. Uno de los propósitos de los titulares económicos ha sido, precisamente, empezar a esbozar la pauta que el sector privado demanda.
El mercado será una lanza clave contra el calentamiento global, según los expertos. Y el carbono, su punta. Y no sólo desde el sector privado se defienden las virtudes de esta herramienta. La ONU ha reiterado durante toda la cita de Bali que es necesario poner precio al carbono, y extenderlo a nivel global. Por ahora sólo existe la experiencia europea.
La UE eligió abrir un mercado de derechos de emisiones de carbono como fórmula para cumplir con la reducción de 8% de emisiones de CO2 que le impuso el protocolo de Kioto. Y el riesgo es que, de no viajar hacia un sistema global, el arranque mundial por luchar contra el calentamiento global se caiga. De ahí la importancia de un acuerdo que incluya a los países en desarrollo. Y dada la imposibilidad de que se sumen con recortes de emisiones cifrados, el carácter voluntario les atraería hacia un futuro mercado de carbono beneficioso para todos, según los analistas.
Australia, cuya primera medida política de envergadura ha sido ratificar Kioto la semana pasada, anunció que en 2010 se sumará a la iniciativa de acotar las emisiones de CO2 con la creación de un mercado federal de derechos de emisiones. 'El movimiento ya es imparable', señala un observador europeo. Queda ahora pendiente el papel de EE UU.
Un negocio cada vez más grande
70.000 millones de euros en 2007. Esa es la cifra que el mercado de carbono mundial alcanzará este año, según los números que la industria ha presentado en Bali durante la semana pasada.El alza se debe sobre todo a la aportación del sistema de compra y venta de emisiones de la Unión Europea, y en menor medida, del mecanismo de Kioto que permite a las empresas descontarse emisiones si invierten en proyectos 'limpios' en países en desarrollo (MDL). Y aunque la expectativa es que este mercado siga creciendo, 'no podrá ser muy reforzada hasta que no nos indiquen un camino a seguir para después de 2012', según la Asociación Internacional de Mercado de Emisiones. Por ello definir el nuevo marco es tan importante para todos los sectores de la industria implicados.