Albert Frère inicia su retirada de Iberdrola con el apoyo de Galán
El empresario belga Albert Frère, que en mayo irrumpió en el capital de Iberdrola comprando un 5%, ha vendido, según reconoce la eléctrica, un 2,2%. Según fuentes solventes, éste es el primer paso de Frère para la desinversión total, con la que ganaría unos 500 millones. Dichas fuentes afirman que el comprador es la propia Iberdrola, que ha aparcado las acciones en un banco de inversión.
Albert Frère ha decidido, finalmente, hacer caja con su 5% de Iberdrola. El multimillonario belga y vicepresidente del grupo Suez, que dio a conocer su participación en Iberdrola el pasado 30 de mayo, ha vendido en los últimos días un 2,2% del mismo. Según fuentes conocedoras de la operación, éste sería el primer paso para la venta de todas sus acciones, lo que le proporcionaría unos 500 millones de plusvalías, al valor de ayer en Bolsa (11,18 euros por acción).
Las mismas fuentes afirman que el comprador es la propia eléctrica, que estaría adquiriendo las acciones a modo de autocartera. Concretamente, el paquete ha sido aparcado en un banco de inversión que, según las mismas fuentes, podría ser el Santander. Precisamente, la semana pasada el broker de esta entidad compró de una tacada un 2,2% de Iberdrola. En la empresa que preside Ignacio Sánchez Galán reconocieron ayer a CincoDías que Frère, ¢efectivamente, ha vendido un 2,2%¢. Y añadieron: ¢Estamos al tanto de esta operación porque Frère, con el que mantenemos unas excelentes relaciones, nos la ha comunicado, al igual que hizo en mayo cuando compró el 5%¢.
Respecto al comprador de este paquete, Iberdrola admite también estar ¢detrás de la operación¢, pero, añade, ¢es a Frère al que corresponde comunicarla como un hecho relevante¢.
Adiós a la opción Suez
El empresario belga declaró en mayo la compra de dos paquetes a través de sus sociedades Group Bruxelles Lambert (GBL) y Compagnie Nationales à Portefeuille (CNP) que adquirieron un 3% y un 2%, respectivamente, con un desembolso de 2.210 millones. Posteriormente, para evitar la dilución derivada de la ampliación acelerada que Iberdrola realizó para financiar la compra de Energy East, Frère acudió a la misma para mantener su 5% que quedó reducido al 4,1%. Pese a esta compra, el valor de su participación a 6 de noviembre era de 1.704 millones, según datos de la web del grupo belga.
La desinversión del 2,2%, que es la única que reconocen en Iberdrola, se ha hecho proporcionalmente en ambos paquetes: GBL ha vendido el 1,32% y CNP, el 0,88%. La entrada del vicepresidente de Suez en Iberdrola, que coincidió con el reforzamiento del grupo francés en Gas Natural, fue interpretada como el primer paso para el control de la eléctrica en una operación en la que participarían, además de la gasística, el primer accionista de Iberdrola, ACS.
Sin embargo, las presiones de Moncloa y la Generalitat en contra cualquier nueva operación energética, tras el fiasco de Endesa, y el acuerdo del Gobierno francés para fusionar Suez y Gaz de France desbarataron los planes de aquellos inversores y pusieron fin a una opción que ahora se escenifica con la salida de Frère, al que se vio como ¢la avanzadilla¢ de Suez en Iberdrola. Fuentes del sector aseguran que los accionistas de ACS, a través del grupo March, habrían pedido a Frère una salida progresiva para evitar la caída de la cotización de una compañía en la que la constructora, con derechos limitados, acumula más de 1.500 millones de plusvalías. Fuentes próximas a ACS no admiten aquel extremo.
Tampoco a Galán le interesa un derrumbe de la acción en vísperas de la salida a Bolsa de su filial de renovables, aunque sí la desaparición de su accionariado de un accionista non grato. De hecho, añaden esas fuentes, ¢está ayudando a Frère a marcharse, al comprarle unos paquetes difícilmente vendibles por el precio tan elevado¢.
Una entrada que nunca recibió la bienvenida
Iberdrola pasó en mayo a formar parte de la selecta cartera de inversión de GBL (Groupe Bruxelles Lambert) y CNP (Compagnie nacional à Portefeuille), los dos brazos financieros del multimillonario belga Albert Frère.El primero invirtió 1.340 millones que le dieron el control del 3% de Iberdrola. El segundo añadió 870 millones para hacerse con otro 2% de la eléctrica. Ignacio Sánchez Galán soportó en silencio el repentino zarpazo. Y el barón Frère (al que también se le conoce como el chatarrero, por sus orígenes siderúrgicos) tuvo que estar atento para que su participación no se diluyera.Según analistas consultados por este diario, Frère no fue invitado a participar en la ampliación de capital de Iberdrola y tuvo que comprar en el mercado acciones suficientes para mantener el 5%, versión que no concuerda con la de la eléctrica.La fría acogida al nuevo inversor se debió quizás a la falta de claridad sobre sus intenciones. Para analistas que siguen la cotización de GBL, Frère preparaba una alternativa al posible fracaso de la fusión entre Suez (de la que es accionista) y Gaz de France, que en mayo, tras la victoria de Nicolás Sarkozy en las elecciones francesas, no atravesaba su mejor momento. Otros vieron la conversión del octogenario barón a las energías renovables, una inversión que su equipo había calificado como ¢más arriesgada de lo que se suele pensar¢. Si fue así, su repentina fe no convenció a Iberdrola.
Más blindada
● Objetivo. Iberdrola sigue en el punto de mira del mercado, como objeto de una operación de concentración, pero ¢siempre después de las Elecciones¢, insisten en el sector.● Poco asequible: Sin embargo, está cada vez más blindada contra una operación hostil: por su elevada capitalización (55.830 millones); por las trabas regulatorias (tras la compra de Scottish, cualquier opa la analiza Bruselas); por su complejo accionariado y la resistencia de Galán. Sólo un pacto casi de Estado facilitaría la ardua tarea.