EE UU planea congelar tipos hipotecarios por las 'subprime'
Abrumado por el alcance de la crisis de los hipotecados subprime y su posible impacto sobre la economía, el Gobierno de EE UU ha decidido intervenir. El secretario del Tesoro, Henry Paulson, dio cuenta ayer de la preparación de un plan, negociado con la banca, para congelar temporalmente el ajuste de tipos de las hipotecas variables a algunos titulares de estos préstamos de alto riesgo.
Paulson presentó ayer el plan, que aún está en negociaciones, en una conferencia sobre vivienda. En los primeros minutos de su discurso el responsable del Tesoro aclaró que esta iniciativa, de tres puntos, 'no supondrá el pago de subvenciones con cargo al presupuesto para financiar a empresas del sector hipotecario ni a los dueños de las casas'.
Distintos cálculos estiman que entre 1,2 y 1,5 millones de hipotecas subprime revisarán sus tipos al alza en 2008 y una cifra similar en el siguiente año. Una de las particularidades de este tipo de hipotecas, hechas a favor de personas que no podían acreditar sus ingresos ni su capacidad para devolver estos préstamos, es que se cerraban con tipos de interés muy bajos durante los primeros años. Una oferta 'anzuelo' que vieron con buenos ojos muchos compradores en 2005 y 2006.
En la actualidad, se están empezando a aplicar las primeras revisiones, lo que ha provocado que muchos titulares no puedan hacer frente a un aumento en sus cuotas hipotecarias de una media de 350 ó 400 dólares al mes. Esto explica buena parte del incremento registrado por el volumen de embargos.
El plan de Paulson pasa por establecer cuatro categorías de titulares de hipotecas subprime y ofrecer ayuda a dos de esos grupos. Por un lado, los que se verían beneficiados por una congelación temporal de los tipos hipotecarios serían los que podrían refinanciar su hipoteca (algo difícil ahora que el mercado de crédito está muy paralizado). Por otro lado, la ayuda también debería llegar a aquéllos que tienen ingresos regulares y una historia de crédito 'relativamente limpia' y que pueden afrontar el tipo 'anzuelo', pero no el ajuste. En particular, ésta es la categoría en la que el Gobierno quiere volcar la mayor parte del esfuerzo.
Fuera del plan
El plan que negocia el Gobierno no contempla ayuda para los que pueden permitirse seguir pagando la subida de la hipoteca y los que ni siquiera han podido hacer frente a las ofertas 'anzuelo'.
Paulson dijo ayer que el Gobierno y los bancos además de otros actores del sector hipotecario, alcanzarán pronto un acuerdo sobre este punto. Se espera que al final de esta semana se hagan públicos algunos avances porque las negociaciones llevan en marcha ya algunas semanas. Uno de los problemas a los que hace frente este plan es el límite temporal de la congelación. En el Tesoro estarían a favor de un plazo de entre cinco y siete años y en la banca se cree que con uno o dos años bastaría. Los reguladores están a favor de este plan y apuestan por el mayor espacio temporal. Ayer Eric Rosengren, presidente del banco de la Reserva Federal de Boston dijo que animaba a que los prestamistas a que 'refinancien préstamos a tipos fijos cuando sea posible'. No obstante, quienes no están muy satisfechos con esta salida son los inversores de Wall Street que consideran que con esta solución el Gobierno ejerce demasiada presión sobre los titulares de hipotecas ya convertidas en derivados (CDO, obligaciones derivadas de crédito) que cuentan con bastantes problemas en un mercado que no sabe cómo valorarlas. Así, no sería extraño que los abogados empezaran a preparar demandas.
Para Paulson, sin embargo, 'es apropiado' que el Gobierno se una al sector privado. El secretario del Tesoro recordó que el número de ajustes al alza en los créditos 'se incrementará dramáticamente el año que viene y tenemos que estar seguros de que hay capacidad para gestionar la situación'.
La candidata Clinton apoya la moratoria
La senadora demócrata y candidata a la presidencia Hillary Clinton no esta lejos de las posiciones defendidas por el departamento del Tesoro aunque ella va varios pasos más allá.Con una campaña que se calienta a un mes de la primera votación de las primarias, Clinton pidió una moratoria de tres meses en los embargos de los titulares subprime y una congelación de su cuota hipotecaria durante cinco años.La senadora quiere que la industria del crédito, además, informe de cuántas hipotecas han sido modificadas. Las propuestas se recogen en una carta que ha enviado al secretario del Tesoro en la que especifica que podía considerar abrir una iniciativa legislativa para proteger a las entidades de crédito de las demandas, de tal manera que pudieran modificar las hipotecas.En su carta, Clinton hace llegar al Tesoro su preocupación porque, en su opinión, los embargos amenazan con causar costes 'incalculables' a la economía. Es algo que no se le ha pasado por alto a la candidata.La propuesta de Clinton es también más audaz que la de sus oponentes en las primarias. Barack Obama ha presentado en el senado una iniciativa para criminalizar el fraude hipotecario y quiere abrir un fondo nacional para ayudar a quienes estén a punto de perder sus casas. Además, quiere cambiar la ley de quiebras para que los propietarios no pierdan sus viviendas.
Asesoramiento y bonos 'tax free'
Además de la congelación de algunas hipotecas, el Tesoro quiere que se dinamicen la ayudas y que haya más asesoramiento antes de que los hipotecados entren en mora. Una segunda pata del plan de rescate subprime presentado ayer descansa en la acción de los gobiernos de los Estados y los municipios. En este sentido, Paulson propuso también que los gobiernos locales puedan emitir bonos no tributables temporalmente para ayudar a refinanciar a los acreedores subprime.Estos dos esfuerzos, además de la congelación de cuotas, tienen como última finalidad poner coto a la crisis. Paulson dijo que la situación de la vivienda es el 'mayor reto de nuestra economía'. Cuando los embargos se disparan, explicó, el daño no se limita a quienes pierden sus casas sino a también sus vecinos.