Iberdrola rebaja el crédito para comprar Scottish Power de 11.300 a 7.000 millones
Iberdrola comunicó ayer a la CNMV que ha llegado a un acuerdo para 'reconfigurar' el crédito puente que había suscrito con 29 entidades por 7.955 millones de libras (11.364 millones) para la compra de Scottish Power. Según el citado acuerdo, firmado el jueves pasado, el importe del crédito se rebaja a 7.000 millones de euros y tendrá como fecha inicial de vencimiento noviembre de 2008 (el crédito puente vencía este mes, porrogable un año), aunque podrá ampliarse en un año bajo la fórmula de préstamo.
Fuentes de la compañía señalan que este descenso del importe del crédito se debe a que la compañía 'no necesita tanto dinero' para afrontar la adquisición de Scottish Power, dado el 'fortalecimiento de su situación financiera y el incremento de los fondos propios'. Cuando compró la eléctrica escocesa, Iberdrola firmó un crédito multidivisas de 11.364 millones, que sería ajustado tras la compra.
Iberdrola, que ha realizado varias ampliaciones de capital en el último año (la última, con carácter acelerado, se destinará a financiar la compra de la estadounidense Energy East) prevé alcanzar una liquidez de 4.000 millones tras la renegociación del préstamo para Scottish y la compra de la estadounidense. La operación esta pendiente del visto bueno de las autoridades reguladoras. Según fuentes de Iberdrola, la refinanciación acordada el jueves proporciona 'tiempo y flexibilidad' a la compañía para acudir al mercado de deuda 'cuándo y como nos convenga'.
La renegociación anunciada ayer y la línea de crédito de 3.000 millones firmado recientemente con 15 bancos permitirá a Iberdrola alargar la vida media de su deuda en más de cinco años y afrontar la compra de Energy East, prevista para mediados de 2008. La compañía que preside Ignacio Sánchez Galán pretende reducir el grado de apalancamiento del 54% actual a menos del 50% en 2010, según figura en su plan estratégico 2008-2010 presentado el 24 de octubre.
El crédito de 7.000 millones de euros, de cuyo ajuste ya se informó en la presentación del citado plan estratégico, fue suscrito con 29 entidades bancarias y en el proceso de revisión Barclays y Royal Bank of Scotland actuaron como bookrunners, mientras que ABN Amro desempeñó tanto esta función como la de agente de pagos.