Un futuro despejado
Iberdrola, la primera energética del país, ha diseñado un plan estratégico para consolidar el liderazgo mundial de energías renovables, reforzando la inversión en EE UU, Latinoamérica, Reino Unido y España. Con una inversión de 24.000 millones de euros hasta 2010, en los que están incluidos los 6.000 millones de la absorción de la norteamericana Energy East, la compañía pretende duplicar el beneficio en tres años y mantener un crecimiento coherente de la retribución al accionista, como una de las empresas que más retorno ha proporcionado a sus socios en los últimos años.
Esta aventura, de proporciones equiparables a las acometidas por Santander o Telefónica, se ciñe a unas condiciones regulatorias en las que el retorno tarifario para los operadores energéticos sigue siendo modesto, y sin considerar operación corporativa nacional alguna. Un líder global de generación y distribución energética no debería tener obstáculo financiero alguno para poner en marcha este ambicioso plan. La llegada de su división de energías renovables a Bolsa, en diciembre, dará la medida de la respuesta del mercado financiero.