La CNMV exige mayor rigor en la valoración de inmobiliarias
El presidente de la CNMV, Julio Segura, reclamó ayer homogeneidad en los criterios de valoración de las firmas inmobiliarias. Desde mediados de julio, el supervisor ha estado en conversaciones con consultores y tasadores para conocer los mecanismos de valoración, dados 'los problemas de opacidad' que caracterizan al sector.
No es lógico que dos suelos que están pegados tengan distinto valor'. La frase del máximo ejecutivo de la CNMV puede parecer una obviedad, pero quién haya vivido el proceloso trance de adquirir una vivienda puede dar fe de que eso (y cosas mucho más graves) ocurre. Julio Segura reveló ayer que la entidad lleva varios meses de diálogo con tasadores y consultores para conocer sus procedimientos, ya que se trata de 'un sector de riesgo contable'.
Los encuentros con tasadores y valoradores tienen carácter informativo, ya que el sector inmobiliario está fuera del ámbito del supervisor. El origen radica en un discurso del propio Segura, en el que advertía de la necesidad de que las valoraciones de activos inmobilarios se hagan con 'procedimientos y criterios reconocidos'. Segura subrayó que la Comisión 'no pretende sustituir a los valoradores' y emplazó a la publicación de los estados financieros de las inmobiliarias para ver el alcance de la iniciativa. El máximo responsable de la CNMV hizo estas declaraciones en el marco de la presentación de su primer Plan de Actividades, que representa una serie de 65 compromisos adquiridos y que deberán ser cumplidos durante los próximos 15 meses. Entre otros proyectos, el supervisor planea publicar 21 circulares sobre asuntos como las directivas de Abuso de Mercado, opas, Transparencia y Mercados e Instrumentos Financieros (Mifid), así como sobre el reglamento de fondos de inversión y el nuevo Plan General Contable.
El organismo regulador persigue un triple objetivo, que consiste en reforzar la transparencia de su actuación; mejorar la difusión de la información proporcionada a los distintos actores del mercado, y elevar la eficacia de su actuación, al autoimponerse una disciplina de asunción y fijación de objetivos.
Un régimen sancionador más duro
Es prioritario: las multas por infracciones de la Ley del Mercado de Valores deben ser tan contundentes que desalienten a otros potenciales transgresores de la norma. Esa es la opinión de la CNMV, que clama por 'una profunda revisión del régimen sancionador, reforzando su efecto disuasorio'.Aunque el tema no figuró en la exposición del máximo ejecutivo del ente supervisor, el documento presentado por Julio Segura lo expresa con claridad: 'Como la detección y, en su caso, la prueba de las conductas infractoras no siempre es posible, se hace necesario que las infracciones tengan un elemento disuasorio que hoy, en muchos casos -por ejemplo, el de las faltas graves- no se alcanza'.La Comisión propone también que se configure 'un régimen de tipificación que permita la calificación de la gravedad de la conducta en razón de las circunstancias concretas'.La idea de endurecer las sanciones es una de las ambiciones de Julio Segura desde que dirige la CNMV. La propuesta escapa, sin embargo, a las competencias del supervisor, por lo que no es un compromiso concreto del plan.