Alimentos por las nubes
El fuerte tirón de los precios de determinados productos alimentarios disparó la inflación de septiembre cinco décimas interanuales, hasta el 2,7%. Aunque tres rúbricas han tenido fuertes subidas (el vestido y el calzado que aporta 2,72 décimas, alimentos y bebidas con otras dos y el transporte con 0,46), el único que no tiene una clara justificación es la alimentación, que hace un año bajaba un 0,2% en septiembre, mientras que este año sube un 0,3%. El precio de la leche aumenta en un mes un 6,3%; el pan, un 2,2%; el pollo, un 2,8%; los huevos, un 6%, y la carne de ovino, un 5,4%. Los productores responsabilizan del incremento al fuerte aumento de los cereales. No obstante, los datos del INE desmontan su argumento, pues en un año el precio de los cereales ha crecido un 2,9%, mientras que el pan lo ha hecho un 8,1%; el pollo, un 11,3%; la leche, un 11,1%, y los huevos, un 6,7%. El sector debería abandonar semejante carrera alcista que, unida a un petróleo notablemente más caro que hace un año, avanza más noticias poco halagüeñas del IPC.