China no logra frenar su burbuja inmobiliaria
Los precios de la vivienda en China aumentan a un ritmo superior al 8% interanual, lo que ha creado una burbuja inmobiliaria que no han podido detener las medidas de contención que Pekín ha dictado, según reconocen fuentes del propio Gobierno citadas hoy por el diario estatal China Daily. La Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo (NDRC), encargada de la planificación económica, señala en un informe citado por el rotativo que "el país ha fracasado en el plan de reducir el crecimiento de los precios" y por tanto deberá introducir medidas más estrictas, entre ellas nuevas políticas impositivas.
Muchas medidas actuales no se cumplen, señala la NDRC, como la que obliga a que el 70% de las nuevas viviendas construidas tengan menos de 90 metros cuadrados, norma con la que Pekín quiere estimular la oferta de casas a bajo precio. Según NDRC, ese porcentaje pasó del 21% a finales del 2006 al 24% en el pasado verano pero está lejos de llegar al 70% requerido.
La Comisión Nacional señala que otras políticas designadas para lograr una estabilización, tanto fiscales como monetarias, también han fallado, y acusa de ello a los gobiernos locales, a los que culpa de no cumplir su deber regulador.
Subidas del 10%
La vivienda en el país es como media un 8,2% más cara que el año pasado, según cifras de agosto (en abril la subida interanual era de sólo el 5,4%), y en ciudades con alta especulación, como la Pekín olímpica o Shenzhen (centro de la industria tecnológica) las subidas superan el 10%. NDRC reconoce con preocupación que esas subidas superiores al 10% se extiende a muchas otras ciudades, incluso algunas de tamaño medio como Beihai (sur) o Urumqi (noroeste).
Los signos esperanzadores de un "pinchazo" en la burbuja se comenzaron a registrar este año en el delta del Yangtsé, la zona más rica del país y en cuyo centro se encuentra Shangai, aunque según la Comisión, tras una leve bajada de precios, han vuelto a subir de forma acelerada también allí. Entre enero y agosto de este año, la inversión en el sector inmobiliario, uno de los que muestran desde hace varios años síntomas de recalentamiento, se incremento el 29%, cinco puntos más que en el mismo periodo del 2006.
Esclavos de las hipotecas
Muchos economistas chinos consideran que la vivienda seguirá encareciéndose en los próximos años y que ello podría desembocar en inestabilidad social. A ello ha de añadirse que muchas nuevas viviendas se construyen en tierras expropiadas por la fuerza y pese el desacuerdo de sus antiguos propietarios.
Ello genera en ocasiones violentas protestas de propietarios o fenómenos como las "casas clavo" (personas que rehúsan a abandonar su casa incluso cuando las obras de nuevas viviendas se han iniciado a su alrededor).
Pese a todo, los jóvenes chinos siguen obsesionados por poder comprarse piso e independizarse de sus padres, lo que también ha popularizado en el país la expresión "esclavos de las hipotecas".