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Análisis

El accionista gana la batalla por Endesa

El fin del blindaje da vía libre a Enel y Acciona en la eléctrica, que sube un 122% desde la opa de Gas Natural

La pugna empresarial, política y legal por el control Endesa, resuelta por fin este otoño, ha sido con sus dos años de duración una de las más largas de la reciente historia empresarial europea. Ha tenido numerosas consecuencias nacionales e internacionales, pero quizá una muy evidente sea que sus accionistas han sido los vencedores. El examen de la evolución de la eléctrica en Bolsa desde que Gas Natural anunciase una opa el 5 de septiembre de 2005 muestra que los títulos se han revalorizado un 122%. Una carrera en la que no ha registrado caídas significativas, ya que las acciones se vieron espoleadas por otras propuestas, cada una más cara, desde la oferta de Eon hasta la de la italiana Enel y Acciona.

También han ganado, aunque por alcance, los accionistas de otras compañías del sector. Iberdrola ha subido el 94% desde la fecha de la primera opa por Endesa, mientras Unión Fenosa ha ascendido el 72%. En realidad, todo el sector se ha visto convulsionado. El índice Euro Stoxx de servicios gana el 66%, mientras el Ibex se ha quedado, en el 43%.

Ahora sí parece que el pulso concluye. Los accionistas de Endesa resolvieron el martes la última duda que pesaba sobre el futuro inmediato, al eliminar los blindajes que limitaban los derechos de voto de los accionistas al 10%. Tras superar esta barrera, Enel y Acciona siguen adelante con su oferta por la totalidad de Endesa, dado que la gestión del grupo eléctrico lo tienen atado. Pero no sólo han ganado la batalla por los derechos políticos, tienen igualmente asegurada la mayoría de los títulos de la opada. Ambas compañías, que ya poseen en conjunto el 45% de Endesa, cuentan con la decisión de Caja Madrid y la SEPI -que suman otro 13% de las acciones- de acudir a la opa. Se aseguran así tras el cierre de la operación un mínimo del 58% de la eléctrica.

¿Le quedan aún cartas que jugar a los minoritarios en Endesa? Antonio López, director de análisis de Fortis, señala, en primer lugar, que a lo largo de las diversas etapas de este proceso, casi todos los accionistas de la eléctrica que hayan vendido lo han hecho con plusvalías, siendo especialmente elevadas en los socios históricos que han esperado más para irse. Y considera que los accionistas todavía tienen algo que rascar, pues pueden obtener beneficios con los dividendos esperados.

En primer lugar, Enel y Acciona se han comprometido a mantener la política de remuneración a los accionistas -este año Endesa pagará 1,59 euros por acción, un 3,975%- y no son previsibles cambios ya que Acciona necesita ingresos por esa vía para pagar los intereses de la deuda contraída en la operación. Pero hay más: recibirán dividendos extraordinarios por las plusvalías obtenidas por la venta de activos de Endesa a Eon, operación que se pactó para lograr la paz con los alemanes.

Pese al atractivo de la prevista retribución, los minoritarios que decidan quedarse deben tener más en cuenta cuál puede ser la evolución futura de la cotización de Endesa. Y ésta puede quedar condicionada por un aspecto aún por ver: qué porcentaje del capital queda cotizando en Bolsa tras la oferta, cuyo periodo de aceptación concluye el lunes.

Nueva fase

En este punto, existen dos escenarios básicos. El primero sería resultado de una aceptación muy amplia de la opa, por lo que el capital flotante de Endesa quedaría por debajo del 10%. En este caso, Enel y Acciona podrían optar por dejarla en el parqué con poca negociación y la posibilidad de abandonar el Ibex. Aunque este panorama teóricamente podría conllevar caídas en Bolsa -se retirarían fondos ligados al Ibex-, en realidad no será así gracias a la nueva ley de opas.

La normativa recién aprobada establece que, si a resultas de una opa el capital flotante de una empresa es inferior al 10%, los accionistas que aún tengan títulos pueden forzar la venta al accionista mayoritario al precio de la opa. Y viceversa, Enel y Acciona podrían forzar la compra de acciones. El precio no sería inferior al de la anterior (40,16 euros por acción, menos los dividendos que hayan cobrado en esta última etapa).

El segundo escenario surgirá si la opa no tiene tanto éxito y más del 10% de los títulos quedan en el mercado. Podría ser un panorama en principio más atractivo para el pequeño accionista, ya que si Enel y Acciona quieren excluir Endesa de Bolsa deberían lanzar una opa al menos al precio de la actual. Y la reducción de liquidez podría ser incluso un acicate para la cotización. Que se repita el caso Metrovacesa (la inmobiliaria se disparó por la disputa de los dos grandes accionistas) no es aquí previsible porque Enel y Acciona se han comprometido con la CNE, organismo regulado del sector, a mantener la integridad de la empresa en tres años.

En este contexto, César Rodríguez, de Ahorro Corporación, cree que la oferta será seguida por una amplia mayoría del capital de Endesa. Basa su opinión en que la eliminación de los blindajes fue aprobada masivamente por la junta de accionistas de esta semana. Como consecuencia cree que el consejo más idóneo es acudir a ella; pese a los dividendos y aunque el valor se mantenga, a su juicio, es más rentable colocar el dinero en otro activo con más recorrido.

El interés se desplaza a Acciona

Si la toma de control de Endesa es muy relevante para Enel dentro de la estrategia de las grandes eléctricas europeas de imponerse a sus rivales, no lo es menos para Acciona. De hecho, es la única constructora del Ibex que está en positivo en el año, con una revalorización del 35,15%, que la convierte en el tercer valor con mejor comportamiento del índice de 2007. Quizá por ese factor y pese al endeudamiento que la operación le supone, el grupo que preside José Manuel Entrecanales se encuentra en el punto de mira de los grandes bancos de inversión del mundo, y no para mal. En su último informe Citigroup señala que el cierre con éxito de la operación añade atractivo al valor y cita aspectos como la consolidación de los beneficios que Endesa aporte, así como las sinergias que logrará entre las centrales de energías renovables de la eléctrica y las que ya son de su propiedad. Además la próxima salida a Bolsa de Iberenova, la filial de energías renovables de Iberdrola, cuantificará mejor el valor de esos activos. No obstante, el banco estadounidense señala que la volatilidad puede mantenerse elevada en los próximos meses. Le da un precio objetivo de 265 euros por acción; cerró el viernes a 190,7 euros. Otra última nota, la de Cheuvreux, le da un precio objetivo de 250 euros.

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