Los indicadores agitan una semana bursátil pendiente de más sacudidas 'subprime'
Los datos macroeconómicos no recogen el efecto de la crisis, pero inciden en la volatilidad de la Bolsa
El oleaje de datos macroeconómicos de esta semana se sucederá eclipsado por la crisis crediticia. Los indicadores, que recogen en su mayoría datos de julio, quedan demasiado lejos. El mercado, tras una semana de reflexión en la que el Ibex rebotó un 0,68%, conserva fresco el hoyo del 16 de agosto -sesión en que retrocedió un 3,76%- y mantiene los ojos atentos a posibles réplicas del efecto subprime.
Ayer mismo se confirmaba la venta por parte del Estado de Sajonia de la entidad pública alemana Sachsen LB al banco, también público, LBBW, por 300 millones de euros. Sachsten, el segundo banco hipotecario alemán, requirió 17.300 millones de financiación de emergencia debido a su exposición a las hipotecas subprime.
'Los indicadores quedarán en segundo plano, pero sin duda aumentarán la volatilidad de la Bolsa', augura Nicolás López, analista de M&G Valores. Más aún con la incertidumbre que domina los mercados. 'Las cifras que surjan harán oscilar las Bolsas, básicamente porque es la única información firme que tendrán', apunta López. Los datos, apuntan los expertos, sacudirán las Bolsas en dos frentes.
Primero, la confianza de los inversores, que ha mostrado gran elasticidad durante estas semanas, puede decidirse a salir o a replegarse, según el balance que arrojen los datos. Las cifras sobre las ventas de viviendas de segunda mano en Estados Unidos, cuya tendencia bajista apunta a moderarse, pueden calmar a los inversores.
Los indicadores, por otro lado, decantarán el camino que emprendan los bancos centrales, tanto el europeo como el estadounidense. 'Tras los datos de esta semana quedarán más previsibles las apuestas sobre si los bancos subirán o no los tipos', remarca Xavier Cebrián, analista de Gaesco.
Fuentes cercanas al Banco Central Europeo (BCE) han confirmado a este periódico que seguirán con atención los datos relativos al crecimiento económico, especialmente la evolución del desempleo alemán y de las ventas minoristas del país germano. En Estados Unidos, al interés de los datos de reevaluación del PIB y de los pedidos de fábrica -cifras de peso para calibrar el vigor económico y que se prevén positivas-, hay que añadir el de las actas de la última reunión de la Fed, el banco central estadounidense, que se harán públicas mañana. 'Saber si la decisión de la Fed de mantener los tipos se fijó por unanimidad o si hubo divergencia de opiniones arrojará mucha luz a lo que puede hacer en septiembre', subraya Cebrián.
El balance de los datos disparará las cavilaciones sobre el futuro de los tipos de interés. Especialmente en Europa, donde la cara de póquer del BCE está ensalzando la incertidumbre. 'Y está claro que las especulaciones sobre los tipos condicionarán la evolución de la Bolsa', explica López. Si los datos reflejan una economía pujante, la Bolsa se pondrá a andar en la dirección inversa. 'Datos excesivamente buenos echarían para atrás a los inversores, que desean que el BCE no suba los tipos', matiza Cebrián.