El BCE inunda el mercado de dinero para evitar una crisis crediticia
Se ve obligado a inyectar 94.800 millones para que no se seque el mercado de crédito interbancario
La crisis hipotecaria de EE UU empieza a hacer estragos en Europa. Después de que los mercados internacionales recuperasen el tono con fuertes subidas martes y miércoles, ayer el BCE, en una decisión sin casi precedentes, decidió inyectar en el mercado interbancario 95.000 millones para relajar las tensiones que amenazan con provocar una contracción del crédito. Estas tensiones se reflejaban ayer en la mayor subida del tipo de interés interbancario desde 2004.
En un movimiento que recordó a la repentina bajada de tipos practicada por la Reserva Federal en 1998, cuando la crisis del hedge fund LTCM sacudió al mundo, el BCE inundó el mercado de billetes. Trata de evitar que la maquinaria de las finanzas deje de funcionar de repente; que los bancos dejen de prestar dinero o lo hagan a tipos muy altos.
Esta actuación sorprendió sobremanera al mercado. No es extraño, teniendo en cuenta la mareante cantidad de dinero que se inyectó, 94.800 millones a un tipo fijo del 4%, y los precedentes; los 69.300 millones que se facilitaron al mercado el 12 septiembre de 2001, un día después de los atentados terroristas del 11-S. De hecho, ayer el BCE dio barra libre. Prestaba a los bancos todo el dinero que quisiesen al 4%. Fueron 95.000 millones pero podría haber sido mucho más. Un rescate en toda regla, un paquete de ayuda médica de urgencia tras el fuerte repunte que experimentó el tipo interbancario ayer. El Libor a un día pasó del 4,11% al 4,31% en euros, y se disparó del 5,35% al 5,86% en dólares, antes de regresar a niveles más normales.
'Es algo que está previsto', explicó un portavoz del BCE. 'Son actuaciones llamadas fine tunning ajuste fino para inyectar o retirar liquidez cuando sea necesario. Esta vez se ha juzgado que hacía falta y se han inyectado 95.000 millones al 4%; le hemos dicho al mercado que aceptaríamos todas las demandas de dinero durante un día. Lo hemos hecho en vista de la situación tensa del mercado, y vamos a vigilar la situación y a estar preparados para actuar'. Para ello no ha sido necesaria la reunión del consejo.
Los analistas hacían varias lecturas. 'Esta actuación no responde tanto a factores macroeconómicos como a su función de proveedor de liquidez', comentaba ayer Antonio Villaroya, jefe global de estrategia de tipos de interés de Merrill Lynch. 'Por un lado preocupa porque la cantidad de dinero requerida ha sido muy elevada, y uno se pregunta cuáles son los bancos afectados. Por otro lado tranquiliza ver que el BCE actúa como se esperaría que haga', explicaba Tania Gold, de Dredsner. Los rumores apuntaban que un gran banco había dejado de prestar en el mercado interbancario y por eso se habían disparado los tipos.
El BCE no fue el único en mover ficha. La Reserva Federal añadió 24.000 millones de dólares a las reservas temporales del sistema bancario, la mayor cantidad desde mayo, en una operación que pese a ser rutinaria también mantenía expectante al mercado por el repunte del tipo interbancario en EE UU; al 5,5%, por encima del 5,25% oficial. De hecho, el Tesoro aseguró que se mantiene vigilante, y el Banco de Canadá mostró su disposición a facilitar fondos al mercado. Incluso el presidente de EE UU, George Bush, trató de calmar los ánimos al asegurar en una rueda de prensa que la economía sigue fuerte y cuenta con suficiente liquidez.
Se teme que lo peor aún esté por llegar. 'Está todo como en una nebulosa. Es probable que veamos más afectados. Existen muchos hedge funds con liquidación mensual o trimestral que pueden tener problemas y aún no se han pronunciado', comenta Ángel Olea, de Abante Asesores. Lo que nadie duda es que el nerviosismo dominará este verano. En 1998 la actuación de las autoridades evitó la crisis, pero infló aún más la burbuja tecnológica.