El PSN no se acaba de creer la oferta de diálogo de Miguel Sanz
Miguel Sanz, candidato de Unión del Pueblo Navarro (UPN) a la presidencia del Gobierno de Navarra, expuso ayer ante el Parlamento foral un programa de gobierno 'necesariamente abierto y posibilista' que pretende el máximo apoyo para lograr 'una Navarra sin nubarrones en su horizonte institucional, libre de violencia, del chantaje terrorista, solidaria y próspera, universal y abierta al mundo'.
En este primer trámite, que concluirá mañana sábado con su investidura, Sanz hizo un nuevo llamamiento al Partido Socialista de Navarra (PSN) para 'trabajar juntos por el interés general de los ciudadanos navarros' y le brindó 'la oportunidad de colaborar en materia de Bienestar Social'.
Sin embargo, el portavoz parlamentario socialista Roberto Jiménez mostró su 'incredulidad' al diálogo ofrecido por Miguel Sanz, ya que, a su juicio, ese diálogo 'tiene que demostrarlo en el día a día'. Jiménez manifestó que Sanz 'ha mostrado una vocación de diálogo que el PSN no se acaba de creer' y, al respecto de ello, recordó los cuatro años de confrontación de Sanz 'hacia Fernando Puras y especialmente hacia el Gobierno de España'.
Sanz también quiso dejar claro que no toda la responsabilidad de lo que suceda en la legislatura recaerá en su persona y que convocará elecciones anticipadas si la Comunidad Foral 'se hace ingobernable'.
Afirmó que su programa es 'el que más fielmente responde a la voluntad de los ciudadanos', pues 'éstos no votaron en mayo en términos de formaciones de izquierdas o derechas', sino que depositaron su confianza 'en fuerzas constitucionalistas, en un 76%, y trazaron una línea divisoria entre las formaciones que respetan el actual estatus institucional y las organizaciones nacionalistas que quieren cambiarlo'. En este sentido, señaló que 'navarros y vascos pertenecemos a una misma realidad llamada España'.