Deslocalizar a 90 kilómetros
La multinacional estadounidense Delphi y el Gobierno de Marruecos acaban de firmar un acuerdo para la instalación en Tánger de una planta de producción de componentes de automóvil que dará empleo a entre 2.500 y 3.000 personas. Hace una semana anunció también su intención de abrir nuevas instalaciones en Rumanía, donde prevé generar 1.000 puestos de trabajo. Los planes de Delphi, cuando aún sigue abierta la herida dos días después de extinguirse los contratos de los 1.600 empleados de la factoría de Puerto Real, llevan de nuevo a la reflexión sobre el irreversible proceso de las deslocalizaciones y el menor atractivo de España como polo de inversiones extranjeras.
Hay que reconocer que, después de meses de conflicto, el expediente de regulación de empleo se consiguió cerrar de manera satisfactoria para la empresa, los trabajadores y las Administraciones. Pero resulta llamativo que Delphi haya preferido asumir los costes de cerrar una planta para abrir otra a apenas 90 kilómetros, la distancia que separa la planta gaditana de la de Tánger. Una distancia geográfica corta, pero enorme en términos sociales y laborales y culturales.
Ninguna multinacional está dispuesta a mantener unos costes que mermen la rentabilidad de sus inversiones y pongan en peligro su viabilidad. Cualquier decisión tiene hoy en día en cuenta no sólo los costes de instalación, laborales y de mantenimiento, sino las condiciones en las que se desarrolla la actividad y las facilidades tanto de entrada al capital como de salida. La deslocalización es un fenómeno lógico que persigue la mejor asignación de los recursos. La España de hoy ya no es la España de los ochenta y es imposible competir en costes laborales. La inmensa capacidad de los países en vías de desarrollo para convertirse en las fábricas del mundo obliga a un salto cualitativo en formación para contar con un modelo productivo en el que España pueda aspirar a convertirse en un polo de atracción para proyectos de mayor valor añadido, donde países como Marruecos no sean competencia.