Guerra al tabaco

Los fumadores van a tener un poco más fácil dejar el hábito. Esa es la intención expresa del Gobierno francés, que ha anunciado que a partir del lunes el precio de las cajetillas se encarece un 6% porque 'la lucha contra el tabaquismo es una prioridad gubernamental'. Al margen del efecto en la salud de los franceses, es curioso que se anuncie al mismo tiempo que se destaca el papel económico y social de los estanqueros y se insista en que el Gobierno pretende asegurar su presencia en todo el territorio. Además, los nuevos precios no responden a una subida de impuestos, lo que lleva a pensar, pese a las protestas del sector, en un pacto concertado entre las tabacaleras que atentaría la libre competencia. Para colmo, se ha dado instrucciones a los servicios de aduanas para evitar abastecimientos especulativos en estancos españoles. Puede que la intención de la medida sea buena, pero no parece muy adecuada la confusa manera de anunciarla.