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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

La montaña rusa de los mercados

Mientras no se pierda el apetito hay esperanza. Y los mercados dieron ayer muestras de que no todo está perdido, ni mucho menos. Aunque la sombra de una crisis en el mercado del crédito que ahogue la liquidez es alargada, los inversores de todo el mundo dieron ayer muestras de que todavía hay motivos para pensar en positivo y volvieron a saborear el conocido gusto por el riesgo. El ánimo comprador se extendió por todos los mercados mundiales, incluidas las emergentes. La Bolsa española, que suele amplificar tanto lo negativo como lo positivo, se sumó con ganas a este renovado optimismo y el Ibex, su principal indicador, terminó el día con una subida del 2%, la mayor desde marzo, lo que mitigó la caída del mes (-0,6%) y contribuyó a mejorar la marca en lo que va de año (4,29%).

Esta fuerte subida es una muestra más de lo errático del comportamiento bursátil en un momento en el que los inversores ponen en la balanza tantos elementos positivos como negativos para analizar el futuro de las cotizaciones. Ayer, los resultados empresariales de gigantes como General Motos, que se unían a los presentados recientemente por Ford, también mejores de lo previsto, reconciliaron a los inversores con la industria automovilística estadounidense y con la fortaleza de la economía de aquel país. La mejora de la confianza se vio, además, corroborada por una avalancha de cifras macroeconómicas que dieron más impulso a Wall Street la víspera y, con ello, a todas las Bolsas europeas ayer.

Lo de ayer, en todo caso, no es más que un preludio de la volatilidad que previsiblemente seguirá instalada en las Bolsas durante el mes de agosto que hoy se inicia. Había ganas de subir y primaron las buenas noticias sobre las malas, pero eso no significa que terminen las preocupaciones. Harían bien los inversores en valorar mucho mejor los riesgos y en apostar por los pesos pesados, por valores seguros, con buenos fundamentales y balances saneados. Las montañas rusas no son aptas para cardiacos.

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