Entidades financieras que también analizan los riesgos sociales
Bancos, aseguradoras y otras instituciones de crédito europeas se adaptan a las inversiones 'éticas'.
Muy poco a poco, el sector que seguramente goza de una de las imágenes más mitigadas entre la opinión pública, el financiero, empieza a escuchar las consignas de organizaciones no gubernamentales. Este mes, el gigante asegurador Axa ha anunciado la próxima retirada de sus inversiones en bombas de racimo. Y la decisión incluye nada menos que sus inversiones por cuenta propia, es decir, los fondos de la compañía y las primas pagadas por los asegurados, equivalentes al 34% de los activos de la aseguradora francesa.
La medida, que la compañía dice haber tomado tras su 'análisis de la evolución del consenso político y técnico internacional', dista apenas unos meses del encuentro celebrado en Oslo en marzo de 2007, en el que 46 países, entre ellos España, se comprometieron a impulsar la prohibición, venta y uso de bombas de racimo antes de 2008. La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) había publicado ese mismo mes un molesto informe, 'Inversiones explosivas', en el que se desgranaba la lista de 68 entidades bancarias de varios países que habrían financiado la fabricación de este tipo de bombas entre 2004 y 2007, y entre las que figuraban Barclays, HSBC, BBVA y Santander, hecho desmentido categóricamente por estas entidades.
La empresa de construcción francesa Saint Gobain ha terminado prohibiendo la comercialización de la madera africana Moabi, de carácter sagrado, tras tres largos años de movilización de la organización Amigos de la Tierra.
Más allá del barnizado de color ético, la financiación europea empieza a extender un modelo de banca que alía ética y rentabilidad. La entidad Triodos Bank (www.triodos.es) nació en Holanda en 1980 como una 'contribución a un cambio positivo y sostenible de la sociedad desde el sistema financiero'. Nada menos. Esta nueva perspectiva ya ha prendido en Bélgica, Reino Unido y España. En Francia se realizan inversiones desde su sucursal belga, y Alemania será la siguiente etapa, en 2008.
'A la exigencia de los clientes de obtener rentabilidad, disponibilidad y seguridad con su dinero nosotros añadimos transparencia, es decir, qué se hace con su dinero y para qué sirve', explica Mikel García-Prieto, director de banca corporativa de Triodos en Madrid. Y esta entidad lo tiene muy claro, sólo invierte en proyectos económicos relacionados con iniciativas sociales, cultura, naturaleza y medio ambiente. Sus productos de banca y fondos de inversión gestionan 3.000 millones de euros y ya han seducido a 127.000 clientes, más de 7.000 en España. Su inversión en empresas cotizadas añade al análisis puramente financiero una evaluación sostenible. Su cartera sólo está integrada por empresas que superan la media del índice SiRi, especializado en la inversión socialmente responsable.
Ahora, por cada 'ecodepósito', producto financiero muy particular que 'ofrece rentabilidad y responsabilidad ambiental', Triodos planta un árbol en el bosque que lleva el nombre de la entidad, localizado en la sierra de Albacete. El objetivo, compensar la emisión de C02, responsable del calentamiento climático.