Competencia y retribución a los ejecutivos
La globalización explica, según estudios recientes, los cambios en la estructura y la cuantía de la remuneración de los ejecutivos, resaltan los autores. Sin embargo, en su opinión, si bien este proceso puede presionar a la baja los salarios de los trabajadores menos cualificados, también mejora las perspectivas de los más preparados
Uno de los temas que más interés ha generado recientemente en el mundo empresarial ha sido el considerable aumento en la retribución de altos ejecutivos y los cambios en las formas de remuneración de éstos, generándose un intenso debate alrededor de si dicha remuneración es excesiva. Sin embargo, para poder emitir un juicio sobre la bondad de dichas políticas de remuneración es importante entender cuáles son las razones detrás de estos cambios, y éstas están muy a menudo ausentes del debate. Estudios recientes sugieren que aumentos en la competencia en el mercado de bienes y servicios y el proceso de globalización pueden explicar los cambios en la estructura y la cuantía de la remuneración a ejecutivos.
Dada la compleja interrelación entre competencia y políticas empresariales, estas preguntas no tienen fácil respuesta ya que la competencia causa cambios en las políticas de las empresas, pero también las distintas opciones estratégicas tomadas por las empresas pueden afectar el entorno competitivo. Además, la globalización y los cambios observados en las políticas de remuneración son sin duda dos tendencias paralelas, pero nada nos garantiza que una cause la otra.
Para resolver estos problemas, la economía estadounidense de la década de los noventa constituye un excelente tubo de ensayo. Las fluctuaciones de los tipos de interés y los cambios en la política comercial expusieron a las empresas a variaciones inesperadas en la intensidad de la competencia internacional en forma de aumentos en las importaciones extranjeras. La intensidad de estos cambios fue además muy desigual para distintas empresas. Observando la reacción de las empresas que se vieron más afectadas por estos cambios inesperados y comparándolas con aquellas empresas que se vieron menos expuestas a ellos hemos podido analizar los efectos de la competencia sobre la remuneración de ejecutivos con independencia de otros factores externos.
El efecto más obvio que hemos observado, pero no el más importante, es que la competencia aumenta el salario medio de los ejecutivos. Sin embargo, éste es un efecto relativamente pequeño y de segundo orden cuando se compara con los efectos sobre la composición de la retribución. La competencia cambia radicalmente la forma en que se remunera a los ejecutivos, beneficiando a unos y perjudicando a otros.
En este sentido, las empresas más expuestas a la competencia reducen el salario fijo que pagan a sus ejecutivos (la parte que no está ligada a rendimiento), al tiempo que incrementan la parte variable del salario, que incluye bonos, acciones y opciones sobre acciones. Como resultado, la retribución total está cada vez más ligada a los resultados obtenidos.
Por otro lado, la competencia aumenta significativamente los diferenciales salariales dentro de la empresa. Esto genera mejores perspectivas en los casos en que un ejecutivo recibe una promoción interna. El aumento importante de la dispersión salarial dentro de la empresa, unido a un aumento moderado del salario medio, implica que cuando una empresa sufre un cambio competitivo existan grandes ganadores y perdedores.
Estos cambios son resultado de la necesidad, por parte de las empresas que se enfrentan a un entorno más competitivo, de aumentar el rendimiento de sus trabajadores (dotándoles de más incentivos) y de atraer mejores trabajadores a la empresa: ejecutivos que garanticen el éxito de ésta en el nuevo entorno. Y en efecto, se observa que los ejecutivos de mayor talento se mueven hacia las empresas más competitivas. Existe por tanto una reasignación de trabajadores en la que los ejecutivos con más talento se mueven hacia sectores más expuestos a la competencia. Este efecto viene acompañado además por un aumento importante de la movilidad laboral.
Estos resultados no sólo atañen a los altos ejecutivos, sino que se extienden a todas las capas de la empresa. Los trabajadores cualificados y, en general, aquellos que contribuyen en mayor medida al rendimiento de la empresa verán su salario evolucionar según estas tendencias. De este modo, la competencia convierte a las empresas en más meritocráticas puesto que remuneran en mayor medida el talento y la contribución individual al rendimiento de la empresa.
Y si bien la globalización puede presionar a la baja los salarios de los trabajadores menos cualificados en las economías desarrolladas, también mejora las perspectivas de los trabajadores cualificados. Esta perspectiva añade un motivo más para fomentar la educación y cualificación de los individuos en todas las capas de la empresa, no sólo porque ésta permite a las empresas crear valor y ser más eficientes, sino porque además sitúa a los trabajadores en las áreas de la empresa donde la globalización induce a incrementar los salarios.
María Guadalupe / Vicente Cuñat, María Guadalupe es profesora en la Universidad de Columbia (Nueva York) y Vicente Cuñat es profesor en la Universidad Pompeu Fabra