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Crónica de Manhattan

Los impuestos de la secretaria

Hace unos días, Warren Buffett hizo una apuesta provocativa. En un acto organizado para captar fondos para la campaña de Hillary Clinton, el inversor dijo que no entiende por qué su presión fiscal (con un tipo impositivo del 17%) era menor que la de sus empleados que menos cobran (sobre el 33%). Buffett ofreció un millón de dólares a quien probara que alguno de los más ricos del país paga más a Hacienda que su secretaria. Ganar el millón no era fácil.

El comentario venía al hilo del debate sobre los impuestos de los gestores de hedge funds y capital riesgo que el Congreso contempla subir.

Estos gestores suelen ganar una comisión del 2% de los activos que manejan y otra del 20% sobre los beneficios como comisión de ejecución. Ese dinero se trata como rendimiento de capital y no del trabajo por lo que tributa un 15% y no un 35%. Eso sí, no están registrados en el paraíso fiscal de Islas Caimán como están el 80% de los hedge funds. O se aprovechan de los agujeros de la ley tributaria como Blackstone, que gracias a ellos permitirá que sus socios paguen unos mínimos impuestos sobre las millonarias ganancias obtenidas tras su reciente OPV.

Congresistas de ambos partidos están interesados en revisar estos casos. El Senado estudia si considerar salario a los carried interest, es decir, los rendimientos de la inversión ganados por los gestores. De ser así el tipo subiría del 15% al 35%. También estudian que las firmas de capital riesgo y hedge funds en Bolsa paguen el 35% al fisco y no el 15% actual.

Los aludidos están haciendo lobby en contra. Un alto cargo del Tesoro, Eric Solomon, verbalizó su argumento al decir que la actual fiscalidad es buena para la economía puesto que ayuda a quienes promocionan el espíritu empresarial. John Snow, ex secretario del Tesoro y presidente de Cerberus, dice que subir impuestos en firmas como la suya perjudicará a la economía y a los fondos de pensiones. Snow dice que hay que ayudar a quien toma riesgos.

Los que apoyan el incremento de impuestos al carried interest hacen ver que los afectados serán los gestores y no los inversores por lo que no hay que temer el fin del riesgo por parte del capital. Además, los técnicos ven el carried interest como un sueldo que para hacienda debería ser igual que el de las secretarias. Por poner un ejemplo.

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