_
_
_
_
Crónica de Manhattan
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

'Made in China' bajo vigilancia

Si hay que hacer un regalo a un niño entre cuatro y 10 años, el tren Thomas & Friends es una apuesta segura. Los fabrica RC2 Corporation en China, país donde se produce el 80% de los juguetes que se venden en EE UU. Hace semanas, RC2 retiró los populares trenes Thomas porque la pintura con la que se colorean estos juguetes tiene altos niveles de plomo. Algunos centros comerciales como Toys 'R' Us y Target han retirado de sus estantes, por problemas de seguridad, otros juguetes además del tren. Todos ellos con el made in China en la etiqueta.

Ademas de los juguetes, hace poco más de un mes, la FDA (Agencia de Alimentación y el Medicamento) emitió un aviso para que los consumidores evitasen usar unas serie de marcas de dentífricos, hechos en China, y que contienen dietileno glicol (DEG) un disolvente usado en anticongelantes que se ha encontrado en algunos tubos.

La FDA ha evitado alarmismos y aseguraba en su nota de 1 de junio que no hay registros 'de casos reportados por intoxicación con pastas de dientes que contienen DEG'. No obstante, a esta agencia le preocupa 'el posible riesgo de exposición crónica al DEG' de niños, o enfermos de riñón o hígado. La Agencia dice que ha seguido acontecimientos en otros países como Panamá y Haití donde el DEG, en pasta de dientes o en jarabes, ha tenido consecuencias fatales.

En EE UU la muertes por alimentación mal procesada, de nuevo made in China, han afectado a mascotas pero las autoridades y las empresas de alimentación ya han extendido además su vigilancia al pescado importado de este país del extremo oriente para consumo humano. El pasado día 28, la FDA prohibió la importación de cinco tipos de pescado de la que se ha convertido en una potencia en piscifactorías, por la repetida contaminación de este alimento con aditivos y medicamentos que no están aprobados en EE UU. Las autoridades de sanidad han retenido y rechazado un alto porcentaje de cargamentos de pescado de China en los últimos años.

En este país se han cerrado varias piscifactorías por motivos sanitarios y, según The New York Times, el Gobierno de Pekín ha admitido que cerca de un quinto de los productos de consumo que se fabrican o procesan en China no cumplen todos los estándares de calidad o están contaminados. Eso si, las autoridades chinas dicen que los productos para la exportación a EE UU están en un 99% en perfecto estado.

En EE UU, donde el déficit comercial con China fue de 233.000 millones el año pasado y va camino de superar los 100.000 millones en el primer semestre de este, los abogados ya trabajan en denuncias a las compañías estadounidense importadoras de estos productos defectuosos, incluidos unos neumáticos que han causado varios accidentes.

La situación no es buena porque con China ya hay muchas desavenencias comerciales y crece el resquemor a las importaciones. El popular diario USA Today titulaba hace unos días, '¿Hay que aceptar peor calidad por productos baratos chinos?' y en la televisión se preguntaban quien querría comprar un coche chino.

En el Congreso se ha sugerido unificar a los supervisores de los productos de alimentación pero no se ha desatado el movimiento legislativo. El senador Charles Schumer resumía 'le hemos dicho a las empresas que mejor que se protejan ellas mismas por que ni el gobierno chino ni el americano lo harán'.

Archivado En

_
_