'Queremos crear un equipo para inversiones en arte'
Tras 16 años trabajando en cuatro países distintos para el grupo Santander, este ejecutivo ha asumido la dirección del área de grandes patrimonios de la red de Santander.
Alberto Ridaura lleva desde hace más de dos años las riendas de la unidad de banca privada de Santander. Con un volumen gestionado de 38.000 millones de euros y cerca de 25.000 clientes (16.000 grupos familiares con un patrimonio medio de 2,4 millones de euros), esta unidad lidera el ranking del sector de los grandes patrimonios. El nuevo desafío que tiene entre manos es crear un equipo para inversiones en arte.
¿Las correcciones de la Bolsa en febrero y marzo marcan el inicio del fin de la era del ladrillo?
Son correcciones razonables. Necesarias cada cierto tiempo. Especialmente cuando los mercados han crecido tanto y de forma tan vertical. Esas caídas no marcan el final de un ciclo. A nosotros nos sigue gustando la renta variable como el activo de mayor retorno, especialmente la europea.
¿Han detectado un freno en las inversiones en activos inmobiliarios?
En absoluto. Santander Banca Privada permite realizar inversiones inmobiliarias a través de varios vehículos (fondos, sociedades de inversión). Cada año, las inversiones en otros países europeos crecen a tasas del 15-20% y ya superan los 100.000 millones.
¿Qué parte de la cartera de sus clientes se destina a fondos de inversión alternativa?
La legislación sobre hedge funds es reciente. Nosotros estamos recomendando que se dedique entre el 10% y 15% de la inversión. Ahora bien, cada cual tiene su perfil de riesgo. Nuestra gestora Optimal Investment Services tiene productos de muy baja volatilidad que se han convertido en suplementarios de los tramos de cartera de renta fija. Obtienen rendimientos históricos muy superiores a los bonos, con una volatilidad similar.
¿Qué otros activos alternativos recomiendan?
Ofrecemos inversiones en placas fotovoltaicas, fondos que compran participaciones en empresas relacionadas con el agua o con las energías renovables.
¿Y las obras de arte?
Llevamos más de dos años dándole vueltas al tema del arte como un activo de inversión. Lo que no hemos encontrado es un equipo gestor que responda a nuestro planteamiento. Seguimos empeñados en desarrollar una iniciativa original, segura y muy pegada al mercado, para invertir en arte, especialmente en pintura y escultura. Ahí es donde creemos que están las principales bolsas de rentabilidad.
¿Alguna entidad es un referente en esta materia?
Hay fondos internacionales que se dedican a la inversión en arte. Ese tipo de productos ya lo ofrecemos. Pero queremos hacer algo más personalizado: que el inversor sea el único propietario de una serie de cuadros, que se están gestionando y generan ingresos con su explotación.
¿La crisis de los sellos no retrajo la inversión en activos tangibles?
La gente entendida sabe diferenciar lo que es una inversión en un sello y en un cuadro. La filatelia comercia con productos de circulación masiva, mientras que las inversiones en arte son mucho más exclusivas.
¿A qué clientes se ofrecería?
Serían un tipo de activo mayor y, lógicamente, quien más diversifica su cartera son los patrimonios más grandes. También querríamos que fueran accesible para todos los clientes de banca privada no sólo los que están en Santander Wealth Management más de 10 millones de euros de patrimonio financiero. En cualquier caso, no va a ser una inversión minorista y exigirá desembolsos superiores a los 6.000 euros.
El mercado de banca privada está muy disputado entre la banca extranjera, firmas especializadas o filiales de cajas de ahorros. ¿Cuál es su más duro competidor?
Nosotros somos líderes del mercado por tamaño y gozamos de una ventaja muy confortable. La realidad es que somos el competidor más duro para el resto: por nuestra extensa red de oficinas, por nuestra marca y por la capacidad de innovación en productos y servicios. Eso sí, tenemos un gran respeto por todos nuestros competidores y no miramos a ninguno de ellos por encima del hombro.
¿Cómo aprovechan las sinergias del grupo para mejorar el servicio?
Cuando un cliente quiere hacer una operación importante, como la salida a Bolsa de su empresa o la fusión con otra entidad, nuestro modelo nos permite acceder directamente a nuestra unidad de banca de inversión, que es la mayor del mercado. Lo mismo con cualquier aspecto de tesorería, donde el grupo cuenta con un equipo de más de 400 personas.
¿Por qué el grupo tiene dos modelos para atender a sus clientes ricos: Banif y Santander Banca Privada?
Igual que Banco Santander y Banesto, nosotros competimos en pie de igualdad con Banif. Además, esta filial está dirigida a un perfil de clientes más bajo que nosotros, a partir de 200.000 euros. Nosotros solo atendemos a clientes con un patrimonio superior a 500.000 euros, y aún así somos mayores en términos de volumen. Banif y Santander son dos bancos con balances diferentes y distintos equipos de gestión. Los tratamos como a cualquier otro competidor y no hay ningún tipo de traspaso de clientes o de información.
Pero, ¿por qué utilizar dos modelos distintos de banca privada?
Tiene una explicación histórica: Banif provenía del Central Hispano, mientras que Santander tenía su propia división de banca privada, que ha mantenido. Los dos son modelos exitosos. Ocupamos la primera y segunda posición del mercado por volúmenes.