El Tratado sigue bloqueado por la oposición de Londres y Varsovia
La cumbre del adiós a la Constitución europea empezó ayer en Bruselas bajo la presidencia de la canciller alemana, Angela Merkel. Berlín ha resuelto ya la mayor parte de las demandas planteadas por los socios comunitarios. Pero las negociaciones continuarán hoy en torno a los dos puntos que marcarán el éxito o el fracaso de la cumbre: el rechazo de Londres a la creación de una diplomacia comunitaria y el deseo polaco de replantear el sistema de voto pactado por el club en 2004.
Al cierre de esta edición, la cena al más alto nivel no había concluido. Pero fuentes comunitarias coincidían en que tanto los países que rechazaron la Constitución (Francia y Holanda) como los reacios a algunas partes del texto (República Checa, Irlanda o Malta) han visto colmadas todas sus aspiraciones en el transcurso de las negociaciones. El futuro texto ha perdido el carácter y la simbología constitucional y delimita claramente el reparto de competencias entre Bruselas y las capitales europeas.
A pesar de estos avances, el éxito de las negociaciones sigue en el aire porque Tony Blair ha endurecido repentinamente su posición. Blair, para el que esta cumbre es probablemente su última cita en Bruselas como primer ministro, exige que se diluya la figura del futuro ministro europeo de Exteriores.
El envite provocó que el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, coordinase la resistencia a esa propuesta con el primer ministro italiano, Romano Prodi, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy. Los tres se reunieron antes de la cena de trabajo en el despacho del español para dejar claro que aceptan la supresión del nombre del ministro, pero no la eliminación de sus funciones.
Reino Unido ha conseguido ya el resto de sus objetivos: derecho a excluirse en temas de cooperación penal; suspensión de la aplicación en su país de la Carta de Derechos fundamentales en los Estados miembros; y supresión de la referencia a primacía del derecho comunitario sobre el nacional.
Polonia, en cambio, sigue pugnando por que, al menos, se escuchen sus objeciones al sistema de voto (basado en la población de cada país) previsto por el nuevo tratado. Merkel, en un gesto hacia Varsovia, aseguró ayer que escuchará con atención las reivindicaciones de todos los países. Los 27 barajan retocar la fórmula para aumentar la capacidad de bloqueo de Polonia. Y poco más.
El éxito de las negociaciones, sin embargo, no depende sólo de las personas que hoy volverán a sentarse a la mesa hoy en Bruselas. Desde Varsovia, el primer ministro Jaroslaw Kackynski vigila a su hermano, el presidente de Polonia, y en Londres, Gordon Brown, comprueba que el saliente Tony Blair no haga ninguna concesión que soliviente a la prensa euroescéptica de su país.
Los jueces niegan ayudas a Polonia
Polonia perdió ayer su primera batalla judicial contra la decisión de la UE de no dar a sus agricultores todas las ayudas de la PAC. El tribunal de la UE confirma la validez de las ayudas escalonadas tras el ingreso de Polonia en 2004 y le advierte de que su oposición al Tratado puede traer consecuencias para un país que recibirá 60.000 millones hasta 2014.