FCC estudia comprar su segunda empresa de gestión de agua en Europa del Este
FCC quiere reforzar su negocio de gestión de agua con compras que le den más cuota en Europa del Este. Para ello, está analizando adquisiciones a través de su filial checa recién adquirida, SmVAK, en este mismo mercado, pero también en países del entorno, como Polonia. Como opción más inmediata, examina dos pequeñas compañías locales de Polonia que le permitirán acceder a los nuevos concursos de privatización de la gestión.
Sin prisa, pero sin pausa. La constructora que controla Esther Koplowitz busca una posición de fuerza en los países de Europa del Este para aprovechar las voluminosas subvenciones de la UE que se traducirán en fuertes inversiones en infraestructuras. Con este fin, FCC estudia comprar más empresas de agua, confirman fuentes del grupo.
Como plataforma para analizar las oportunidades en ese mercado complejo, la compañía de construcción y servicios está utilizando a la tercera gestora de agua checa y flamante filial, SmVAK, que adquirió hace un año por 248 millones (deuda incluida).
Incluso después de esta adquisición y a pesar de que la constructora ha invertido 4.500 millones en compras internacionales el año pasado, los directivos del área de servicios, de la filial especializada Aqualia y de la propia SmVAK no han escondido su aspiración de seguir creciendo con adquisiciones. Recientemente, en un viaje de inspección a la filial, Aqualia acotó los mercados que más gustan a esta división para ganar tamaño. El foco está en el sur de Polonia, Rumanía, Hungría, Eslovaquia y, colindante con esta zona, Austria, donde FCC adquirió la constructora Alpine el año pasado.
Las oportunidades más inmediatas que sopesa el grupo son dos compañías polacas muy locales
Hace dos semanas, en la junta de accionistas de SmVAK -en la que FCC controla un 98% a través de Aqualia-, el consejero delegado de la filial, Miroslav Kyncl, reiteró el gran interés por tomar el control de otras competidoras de la zona. Esto incluye también rivales checas que puedan aportar más músculo para ganar nuevos concursos en este mercado. De hecho, SmVAK abrirá una oficina en Praga que actúe de punta de lanza para la expansión en la zona.
Nueva posición en un mercado público
De momento, las opciones más inmediatas que está barajando FCC y que tampoco le exigiría un gran desembolso se centran en dos empresas polacas pequeñas muy implantadas en dos localidades del norte, muy cercanas a la frontera con la República Checa.
Se trata de dos empresas que ofrecen abastecimiento de agua en alta (desde los embalses hasta las potabilizadoras). Fuentes del grupo no concretan el valor aproximado de cada una, pero apuntan que la ventaja esencial que aportarían es lograr una nueva posición en otra zona de Polonia, mercado en el que ya está presente a través de SmVAK y en el que la gestión del agua aún es totalmente pública.
æpermil;ste es uno de los problemas que presentan estos países de Europa del Este para los grupos extranjeros ya que se ven forzados a crecer con compras. Si bien, los ayuntamientos cada vez parecen más permeables a la privatización. En cualquier caso, el perfil de las oportunidades de compra en esta zona responde a compañías con fuerte presencia local y no grandes grupos. La inversión estaría siempre en un rango inferior a los 300 millones de euros.
En el área que la filial de FCC está rastreando operan competidoras como la checa Energoaqua, con un fuerte accionista de control (Karoseria) cuyo valor ronda los 100 millones.
20.000 millones en juego
Las ayudas que la Unión Europea dará a Europa del Este se traducirán en negocio contante y sonante para las constructoras y grupos de servicios. Las españolas, que cada vez ponen más ahínco en desarrollar sus filiales de servicios para compensar un cambio de ciclo en el ladrillo, quieren colocarse las primeras en este mercado emergente. Y la gestión del agua es una de las actividades que más negocio va a generar, teniendo en cuenta que la mayoría de estos países aún no han importado plenamente el modelo de las concesiones que funciona en el resto de Europa desde hace décadas.Pero, poco a poco, los ayuntamientos van empezando a sacar a concurso la gestión del agua. Los expertos ya tienen cuantificado el negocio potencial a corto plazo y lo cifran en unos 20.000 millones. Sólo en una primera fase. Las francesas Veolia y Suez, que también están tomando posiciones, son las rivales a batir.