Pérdidas para los planes de renta fija a largo y los garantizados
El cambio de escenario en los mercados de renta variable ha permitido a los planes de pensiones respirar de nuevo en busca de la rentabilidad. Esta semana, los planes que invierten de forma exclusiva en renta variable han alcanzado niveles superiores al 7,5% de rendimiento acumulado en lo que va de año y superiores al 27% en los doce últimos meses. Ha sido, por lo tanto, una semana favorable para este tipo de planes de pensiones que, a pesar de ser los más rentables de todo el catálogo existente, apenas representan el 11% del dinero que tienen los inversores en los planes del sistema individual.
Los partícipes españoles siguen pensando que la renta variable es un terreno peligroso y, de hecho, su volatilidad o riesgo es superior a la de otros segmentos del mercado. Pero las expectativas de beneficio son muy superiores, como se está comprobando en la actualidad. Sin que los planes de Bolsa presenten ganancias espectaculares, como las de años anteriores, la distancia entre su rendimiento y el que ofrecen los planes de renta fija o incluso los garantizados se ha agrandado en las últimas semanas.
De hecho, esta semana se puede observar ya con claridad el deterioro que están presentando dos grupos de planes especialmente castigados por la subida de los tipos de interés a largo plazo. Tanto los planes de renta fija a medio y largo plazo como los de tipo garantizado han entrado en pérdidas, considerando su evolución en lo que va de año.
Los garantizados sufren también las consecuencias negativas de los altos tipos de los bonos ya que los bonos son parte ampliamente mayoritaria de sus carteras. Y aunque el inversor no se ve directamente afectado por las pérdidas en un plan garantizado (la entidad garante es la que corre con la responsabilidad de devolver el capital aportado, aunque sin rendimiento), sí que se enfrenta a la hipótesis, bastante real en estos momentos, de una rentabilidad nula, algo que no le sucedería con un plan de renta fija a corto plazo.