Ordóñez da la razón a la banca y promete relajar la presión regulatoria
El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, reconoce que el esfuerzo realizado por la banca para adaptarse a los últimos cambios regulatorios ha sido elevado. Fernández Ordóñez afirma que los reguladores europeos son 'conscientes' de la necesidad de evitar nuevas modificaciones en los próximos años.
Las reiteradas quejas emitidas por bancos y cajas acerca del elevado coste que ha supuesto la adaptación de las últimas normas para el sector financiero han tenido por fin eco entre los supervisores. El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ha aprovechado el discurso que se incluye en el informe anual de esta institución para dar la razón a la banca en sus demandas.
Fernández Ordóñez reconoce que 'no es de extrañar que estas (las entidades financieras) hayan demandado a Bruselas una contención en el ritmo de promulgación' de legislaciones. Y añade que todos los reguladores europeos han coincidido 'en la conveniencia de evitar nuevas regulaciones en los próximos años'.
En un corto periodo de tiempo, la banca española ha tenido que implantar las nuevas normas internacionales de contabilidad y ahora se enfrentan a la llegada de Basilea II (requerimientos de capital) y la directiva sobre mercados de instrumentos financieros, conocida como Mifid.
Un 34% de las recomendaciones del supervisor han sido por riesgo en créditos
Este aluvión normativo ha desatado multitud de protestas entre los principales representantes bancarios. El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Juan Ramón Quintás, abrió el fuego a mediados de abril al pedir que se reduzca la normativa sobre el sector.
Quintás fue más allá al cifrar el coste anual para bancos y cajas de este exceso legislativo en unos 4.000 millones de euros, una cifra que supone cerca del 24% de los gastos de explotación.
El máximo responsable de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, también ha incidido en varias ocasiones en la necesidad de que el regulador sea más flexible en los plazos fijados para la implantación de las nuevas normas.
A pesar de este respiro, el Banco de España advierte a las entidades financieras que 'esta renuncia a nuevas regulaciones financieras no puede ser absoluta', ya que la propia dinámica de la integración del mercado europeo puede precisar de más cambios 'en ámbitos concretos'. El gobernador cita como ejemplo que podría ser necesaria una directiva sobre los fondos de garantía de depósitos, para corregir la fragmentación actual que existe entre los diferentes sistemas nacionales. Añade que esto equilibraría 'el terreno competitivo, dado el mayor rigor del sistema español'.
Además, pide más colaboración entre todos los reguladores europeos.
Mercado inmobiliario
Fernández Ordóñez también advierte a las entidades financieras de que tienen que tomar medidas para protegerse ante la desaceleración del mercado inmobiliario. Exige que limiten el peso de este tipo de créditos en sus carteras y enfoquen su actividad hacia otros segmentos de negocio.
De hecho, de las 97 recomendaciones y requerimientos que llevó a cabo el Banco de España el pasado año, un 34% se refirieron al riesgo en créditos. 'En especial, a través de estos escritos se han trasladado también a las entidades las reflexiones del Banco de España acerca de los riesgos de las carteras hipotecarias', afirma.
En total, se realizaron 177 inspecciones en 2006. El número de expedientes abiertos a entidades ascendió a 17, mientras que los dirigidos a administradores y directivos se elevaron a 47.
Las expectativas del supervisor sobre la tasa de morosidad no son preocupantes. æpermil;ste considera que 'un cierto repunte' de esta ratio, ahora instalada en mínimos históricos, no debe considerarse por sí solo 'como un motivo de alarma', sino como un indicador más 'para evaluar la capacidad financiera de las entidades'.
De cualquier modo, el gobernador insiste en que el riesgo de que en España se produzca una crisis similar a la del mercado hipotecario estadounidense no existe. Explica que el porcentaje de créditos de alto riesgo aquí tiene un peso del 1,27% sobre el total de la cartera de la banca, frente al 14% de Estados Unidos.