Volver a EE UU con dinero
Los responsables de Christie's reconocieron que nunca habían tenido una subasta como la de la semana pasada, en la que los europeos fueron los mayores postores por sus piezas impresionistas y modernas. El precio de los inmuebles sigue subiendo en Nueva York, en buena medida por la demanda de extranjeros y turistas con acento que hacen revivir el famoso 'give me two' en el comercio.
En EE UU dan la bienvenida a este dinero, pero el secretario del Tesoro, Henry Paulson, está preocupado porque otro capital, el de la inversión directa extranjera, no fluye como antes. No es una buena noticia cuando las compañías americanas son renuentes a invertir (al menos en EE UU). Su preocupación ha llegado hasta el presidente, George Bush, que esta semana hizo una declaración oficial para alentar este tipo de inversión.
Paulson explicaba estos días que en 2000 la inversión extranjera directa sumó 321.000 millones de dólares. Fue un récord. Desde entonces, la cuenta fue para abajo. El año pasado, atrajo 184.000 millones. 'Creo que es muy pronto para asegurar si es algo temporal o una tendencia, pero merece vigilarlo porque la inversión extranjera es vital', dijo Paulson. Y dio datos. La inversión directa extranjera es responsable del 5,7% del PIB y del 19% de las exportaciones, emplea directamente a cinco millones de personas e indirectamente a un número similar. Reinvierte el 45% de sus beneficios y financia el 13% del I+D. Paulson reconoce que el declive coincide con las mayores oportunidades de otros mercados, el endurecimiento del régimen fiscal, regulatorio y legal y, sobre todo, la percepción (a su juicio, errónea) de que el país no está abierto al capital extranjero desde el 11S. El hecho es que en 2006 una compañía de Dubai fue obligada a vender activos portuarios americanos y en 2005 la china Cnooc tuvo que renunciar a comprar Unocal.
El Congreso está reforzando los criterios (CFIUS) que se aplican a las inversiones extranjeras con implicaciones para la defensa, y ese celo, según el secretario del Tesoro, ha dado lugar a reticencias en el extranjero. Paulson quiere que el mensaje de que EE UU está abierto a los negocios llegue a todos los continentes. Asegura que el CFIUS examinó en 2006 menos del 10% de las inversiones, pero la mayoría del dinero que llega a EE UU no tiene implicaciones para la defensa y no se revisa. Esta imagen de economía abierta que Paulson promociona puede encontrarse pronto con una prueba difícil. Magna, el fabricante canadiense de componentes de automoción, ha dado entrada en su capital al ruso Oleg Deripaska. Magna es uno de los candidatos a comprar Chrysler. EE UU retiró a Deripaska el visado por sus posibles conexiones con el crimen organizado y las dudas sobre la veracidad de sus declaraciones al FBI.