El 'hedge fund' de las familias españolas
Debe resultar desconcertante para los responsables económicos del país comprobar que los pequeños ahorradores se mueven a menudo a contracorriente del mercado; entrando en los peores momentos y saliendo cuando lo mejor está por venir. Obviamente, nadie sabe a ciencia cierta cuál va a ser el comportamiento inmediato de la Bolsa, pero un buen asesoramiento y un enfoque a medio y largo plazo son herramientas que pueden incrementar la riqueza de las familias.
A estas alturas a nadie sorprende el perfil conservador del ahorrador español, volcado por tradición e historia en los productos de menor riesgo, y poco dado a las aventuras de la Bolsa de valores. Las pocas veces que además ha intentado embarcarse en el prometedor viaje de la inversión bursátil, el pequeño ahorrador ha salido escaldado y ha tenido que apechugar con minusvalías que, o bien nadie le advirtió de que podían materializarse, o bien no supo informarse a conciencia sobre los riesgos en que estaba incurriendo.
Lo verdaderamente sangrante de esta situación es que, debido a esta actitud recelosa hacia las Bolsas, los pequeños inversores se han perdido las subidas históricas más recientes.
El último informe sobre el ahorro de las familias españolas elaborado por el Banco de España es revelador en este sentido. Las familias invirtieron en la Bolsa el año pasado un 9% menos que el año anterior. El flujo anual fue negativo, es decir, que los pequeños ahorradores retiraron directamente de la Bolsa 10.013 millones de euros en 2006. Otros 1.500 millones de euros salieron a los fondos de Bolsa española, según datos de Inverco.
Esta salidas se producen en el que ha sido el mejor ejercicio para el mercado español desde el año 1998. El Ibex subió casi un 32%.
El ahorrador español es muchas veces sorprendente. No se atreve a entrar en Bolsa en momentos óptimos del ciclo pero, como si fuera un hedge fund, se apalanca para invertir en un activo tan poco líquido y transparente como son los inmuebles.