Motorola, en pérdidas por la caída de precios y la debilidad en 3G
El aviso del pasado 22 de marzo ha surtido efecto. El mercado esperaba unos resultados muy negativos en el primer trimestre y no se ha sorprendido cuando Motorola los ha confirmado. Por eso, la reacción en Bolsa fue incluso positiva, porque los números no fueron tan malos como se esperaba y porque cuando alertó de lo que se avecinaba el castigo fue contundente: cayó un 6,6%.
Pero el hecho de que fuera esperado no impide que los analistas hayan comenzado a plantearse cuál puede ser el futuro del segundo fabricante mundial de teléfonos móviles. Y es que las cifras hablan de las primeras pérdidas trimestrales desde 2004 y de una caída de ventas, algo desconocido en cuatro ejercicios.
Los números rojos ascendieron a 138,1 millones de euros y las ventas se quedaron en 7.197 millones, un 1,8% menos. Para las pérdidas, la explicación está en algunos cargos extraordinarios derivados de litigios judiciales o reestructuraciones; para la caída de ventas hay que mirar al comportamiento de Motorola en el mercado de terminales celulares.
La primera responsable de la situación del fabricante estadounidense es su archirrival, Nokia, y la guerra de precios que se ha desatado para ganar la partida de los terminales. Motorola ha reducido en un año más de un 14% el precio medio de los teléfonos y se ha colocado como la más económica de las cuatro grandes, según las cuentas de la agencia Bloomberg.
El problema para ella es que sus ventas en el primer trimestre no han sido equilibradas: ha vendido sobre todo los terminales más baratos por su incursión en países en vías de desarrollo, pero ni siquiera en gran cuantía. Por otro lado, los teléfonos caros han tenido poca salida. Las ventas de terminales de tercera generación han sido escasas y a Motorola se le achaca no haber conseguido todavía un remplazo para su famoso modelo Razr, un éxito sin precedentes pero que ya tiene más de dos años.
Todo ello ha llevado a una caída del 15% en los ingresos derivados de las ventas de teléfonos móviles, su negocio más importante. También ha sido un varapalo para su imagen de uno de los líderes del mercado, porque su cuota mundial ha caído desde el 23,3% que tenía a cierre de 2006 al 17,6% del primer trimestre. Son 5,7 puntos porcentuales en tres meses.