La fiscalidad agita en silencio los mercados
El ahorro en el impuesto de sociedades promete nuevas tomas de participación por el 5%, como ya se vio en 2006
La incuestionable liquidez del mercado, fuente de operaciones corporativas y de compras de acciones con las que alimentar el alza bursátil, ha encontrado en los últimos meses un discreto aliado. Más allá de las facilidades de financiación que encuentran los inversores en el actual contexto de tipos de interés, la fiscalidad ofrece también atractivos alicientes con los que tomar posiciones en Bolsa. El cambio en el impuesto de sociedades que entró en vigor en enero de este año ha animado la toma de participaciones por el 5% del capital como una fórmula con la que aprovechar las ventajas fiscales por la reinversión de ingresos extraordinarios. La intensa actividad compradora de la Familia del Pino a finales del pasado año fue el mejor ejemplo, con la adquisición del 5% del capital de Indra, Ebro Puleva, Acerinox, Gamesa y Banco Pastor. Se trataba de aprovechar el marco fiscal de 2006, más positivo para la reinversión de beneficios que el de este año, que a su vez será también más interesante que el de 2008.
Para empezar, las ventajas fiscales por la reinversión de beneficios se ciñen a la compra del 5% de una compañía con una actividad económica real, es decir, que quedan fueran las sociedades de inversión financiera, como las Sicav. Cumplida esta condición, el impuesto de sociedades del 35% que se aplicaba el pasado año se reducía al 15%, lo que implicaba un ahorro de veinte puntos en la tributación por las plusvalías conseguidas. A partir de enero, el impuesto de sociedades se ha rebajado al 32,5% y la tributación por plusvalías ha ascendido al 18%, con lo que el ahorro fiscal para los que reinvierten sus beneficios en la compra de participaciones por el 5% del capital se ha recortado a 14,5 puntos. Para 2008, el impuesto de sociedades se reducirá al 30%, de modo que con las plusvalías al 18%, el ahorro fiscal para la reinversión será de 12 puntos, menos que con la fiscalidad vigente este año. Esos 2,5 puntos de diferencia respecto a 2007 'son un ahorro muy importante para una empresa, por lo que claramente serán de esperar en este año nuevas tomas de participación por el 5% del capital', explica Carlos Gardeazábal, responsable de la asesoría legal y fiscal de BNP Paribas España. En este sentido, Rubén Jimeno, del Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), añade que el cambio en el impuesto de sociedades es 'determinante' para nuevas tomas de participación por el 5%.
El mercado ya ha sido testigo de cómo Amancio Ortega ha entrado en Pastor y Astroc, donde también han irrumpido Nozar y Rayet. Para este año quedan las prometedoras plusvalías de la opa de Endesa.
Valor menos líquido y más blindado
El sector inmobiliario y de la construcción, donde se han generado multimillonarias plusvalías en los últimos años, ha sido el protagonista de las últimas tomas de participación por el 5% del capital. Pero estas adquisiciones tienen en cualquier caso un efecto mucho más limitado en Bolsa que el de otras operaciones corporativas. 'No fomentan que el mercado sea más líquido. Además, se hacen fuera de mercado, en operaciones de bloques, lo que limita el efecto alcista sobre el valor', explica Antonio López, director de análisis de Fortis. En cambio, su repercusión sí se deja notar 'sobre valores más estrechos', en opinión de Alberto Alonso, gestor de renta variable de Inversis, que cita como ejemplo a Banco Pastor.Otro efecto es la aparición de un socio con una participación significativa, lo que da estabilidad al valor y puede ser positivo para la cotización, añade Antonio López. De hecho, la entrada de la Familia del Pino y de Amancio Ortega en el banco gallego ha servido para crear un nuevo núcleo de accionistas, junto a la Fundación Barrié de la Maza, después de que Caixa Galicia y Caja España abandonaran el capital.Sin embargo, no siempre es fácil encontrar una oportunidad de compra por el 5% del capital. Además, Luis Moreno, director de Marketing de Banif, señala que estas operaciones no se explican únicamente por las ventajas fiscales que obtienen los compradores y rechaza que, dada su cuantía, tengan un componente especulativo.