_
_
_
_
Amenaza

La sombra de un cártel gasístico atemoriza a la UE

Un fantasma recorre Europa. Después de los conatos de recorte de suministro de gas del año pasado, a causa de las crisis de Rusia con Ucrania y Bielorrusia, ahora la amenaza va más allá. La posibilidad de que se cree de forma inminente una emulación de la OPEP, para controlar el mercado del gas, cobra fuerza en los últimos días.

Los fundadores de este nuevo entente energético serían Rusia, Irán, Qatar, Argelia y Venezuela. Entre ellos suman algo más del 60% de las reservas comprobadas existentes en el mundo, según la Administración de Información Energética de EEUU. Un trozo de tarta más que considerable, sobre todo si se compara con la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo). Este cártel, que ha condicionado los precios desde hace casi medio siglo y llegó a sumir a Occidente en una crisis generalizada en 1973, suma poco más del 40% de las reservas de petróleo.

El presidente de la federación rusa, Vladímir Putin, ha calificado de 'interesante' la idea de crear una nueva organización del gas, aunque niega que se trate de crear 'una especie de cártel'. Las palabras de Putin pueden tener un fondo real, más allá de la necesidad de tranquilizar a priori a sus socios europeos. La composición del mercado del gas dificulta llegar a una estructura que, a la manera de la OPEP con el petróleo, pueda llegar a controlar la producción y el precio. A diferencia del crudo, que cotiza en mercados continuos, el gas se comercializa fundamentalmente a través de contratos a muy largo plazo, lo que dificulta los acuerdos con impacto inmediato en función de las condiciones coyunturales de la demanda.

Las potencias exportadoras debatirán el asunto el próximo lunes

Con todo, si las relaciones entre los principales productores se estrechan, sí podrían pactar grandes líneas de producción o de precios de referencia para plazos medios. De momento, la propuesta inicial que partió en enero de Irán ha ido contando con las anexiones más o menos explícitas de Rusia, Argelia y Venezuela. El posible socio que, de momento, se muestra más indeciso, es Qatar, precisamente el anfitrión de la reunión del 9 de abril del Foro de Países Exportadores de Gas. Ese cónclave, que se celebrará en Doha, podría dar el pistoletazo de salida al cártel.

Inquietud

España tiene motivos para compartir la inquietud de la UE. Dos de los teóricos fundadores del nuevo club están entre sus principales proveedores: Argelia representó el año pasado el 32,3% de las importaciones de gas españolas, mientras que otro 15,4% provino de Qatar. Es decir, casi la mitad de las importaciones de gas -para un país extremadamente dependiente en el ámbito energético- estaría afectada por el eventual concordato. Argelia ya ha lanzado un aviso, justo antes de la reciente visita de los Reyes de España. Su pretensión de elevar los precios pactados por contrato puede marcar tendencia.

Más leña a la hoguera de la dependencia energética

Las informaciones son ambiguas, pero ninguna descarta que el próximo lunes, día 9, quede marcado en el calendario a un nivel semejante al 14 de septiembre de 1960, cuando cinco países (Irán, Irak, Kuwait, Arabia Saudí y Venezuela) fundaron la OPEP. Aunque la capacidad de influencia nunca llegaría a parecerse, los líderes europeos y estadounidenses tienen en mente los 'logros' de ese primer cártel. El más notable sucedió en 1973: En respuesta a la guerra del Yom Kippur, los miembros de la OPEP limitaron la producción y consiguieron cuadruplicar los precios del crudo, sumiendo a Occidente en una crisis económica sin precedentes desde la II Guerra Mundial.El diario ruso Kommersant publicó hace unos días la noticia de que Rusia, Irán, Argelia, Qatar y Venezuela habían alcanzado un 'acuerdo definitivo', e incluso el texto fundacional del nuevo cártel del gas estaría casi preparado, a punto para su ratificación el 9 de abril. Los promotores de la iniciativa se han ocupado estos días de relativizar su posible influencia sobre el mercado del gas, pero en el ambiente flota la incertidumbre. Aunque las condiciones son muy distintas de las del petróleo, no cabe duda de que los acuerdos podrían llegar a influir en los precios pactados en los contratos.El comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, volvió a insistir ayer en su rechazo al posible cártel, y advirtió de que, de confirmarse éste, 'seguramente llevaría a la Unión Europea a ser más cauta al invertir en las infraestructuras y el uso del gas natural'.Días antes, el comisario ya había avisado de que el gas 'puede ser claramente sustituido', por fuentes como la energía nuclear y el carbón. Malas noticias, en todo caso, para una UE en plena búsqueda de una política energética.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_