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José Luis Gómez Alciturri

'La empresa no puede ser ajena a los cambios que están ocurriendo'

Hace tres años, la plantilla madrileña del Banco Santander se mudó a la Ciudad Financiera del grupo en Boadilla del Monte. Ahí dispone de servicios como guardería, gimnasio, tiendas y peluquería entre otros. José Luis Gómez Alciturri, directo general adjunto del grupo y responsable de recursos humanos, explica cómo la entidad aprovechó el cambio de sede para desarrollar su política de conciliación e iniciar un cambio en el modelo de la empresa.

¿Cómo surgió la idea de integrar todos estos servicios en la nueva sede del banco?

Como empresa sabemos que poner el foco en la conciliación supone un gran beneficio para el grupo. Unos empleados satisfechos rinden mucho más porque están más a gusto y tranquilos. Con este proyecto de la construcción de la ciudad financiera en Boadilla teníamos una oportunidad de cambiar el modelo empresarial que no podíamos dejar pasar.

'La política de conciliación es algo que nos beneficia a todos'

¿Por dónde se empieza el proyecto?

æpermil;ramos conscientes de que era un tema importante la participación de todos. Dos años antes del proyecto empezamos a preguntar a los empleados y a los representantes sindicales. También, algunos servicios estaban claros desde el principio. El propio presidente, Emilio Botín, decidió incluir el centro de educación infantil. æpermil;ste es uno de los servicios estrella.

¿Y cómo evoluciona?

Hemos ido poniendo en marcha nuevos servicios, como el de gestoría de papeles. Había sobre todo mucha demanda respecto a la tramitación de adopciones. Los trabajadores también reclamaban otros servicios que no habíamos incluido como la peluquería. Los hemos ido añadiendo y seguimos muy atentos para seguir impulsando nuestro modelo de conciliación.

¿Por qué es tan importante?

Es un modelo en el que todo el mundo gana. El empleado está más satisfecho y puede combinar sus actividades. Para la empresa, un empleado satisfecho es un empleado que rinde más. Y los familiares también ganan, puesto que disfrutan de más tiempo con sus seres queridos.

¿Se ha encontrado con muchos problemas al iniciar este proyecto?

Siempre hay reticencias al cambio. Por parte de los empleado, una de las mayores preocupaciones era la distancia. El hecho de trabajar de forma diferente también preocupaba, como es lógico y legítimo. Y en general, todos teníamos cierta expectación ante el cambio, no sabíamos bien qué iba a suceder.

¿Después de tres años, está satisfecho?

Los problemas se han superado. Estamos muy contentos y los empleados parece que también. Hacemos encuestas de seguimiento y más de la mitad está satisfecho o muy satisfecho. No sé si es el modelo perfecto, pero estoy convencido de que estamos en el buen camino. Hemos ido aprendiendo y seguimos en ello.

¿Va a añadir nuevos servicios?

Seguimos adaptándonos porque todavía no estamos conformes. Sabemos que hay que hacer más cosas. Tenemos la inquietud de seguir y por eso realizamos encuestas periódicamente y tenemos una comisión permanente de seguimiento que analiza la evolución de estas medidas de conciliación.

¿Nota más demanda de los trabajadores para este tipo de servicios?

Las cosas van cambiando y todos nos tenemos que poner de acuerdo con la demanda. Hoy en día los jóvenes le dan una importancia crítica al tema de la conciliación. En las entrevistas preguntan sobre esto. Hace cuatro años no ocurría.

¿Las medidas de conciliación son importante entonces para atraer a los trabajadores más cualificados?

Queremos atraer al mejor talento y los jóvenes son muy importantes porque son los que dirigirán la empresa mañana. La parejas jóvenes tienen las ideas claras y los dos trabajan. La empresa no puede ser ajena a estos cambios que están ocurriendo en la sociedad. Procuramos estar al tanto y ofrecer lo mejor para tener a los mejores.

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